La República Argentina produce la mayor cantidad de aceite de oliva en el hemisferio sur porque su producción es de 30 a 40 mil toneladas de aceite de alta calidad por año.
Una quinta parte del total se destina al consumo interno, mientras que el resto se exporta a mercados de alta demanda. Actualmente, la industria del aceite de oliva es una de las industrias de más rápido crecimiento en Argentina.
La principal ventaja de Argentina en cuanto al cultivo del olivo para la producción de aceite virgen extra de alta calidad es que junto a las plantaciones hay grandes plantaciones de variedades aptas para establecimientos industriales. Esto permite extraer el aceite en muy poco tiempo después de la recolección del fruto del árbol, lo que es un factor importante en la calidad del producto obtenido.
Por ello, en cada etapa existen procesos integrados y controlados que garantizan la extracción más eficiente para obtener un aceite único y de alta calidad.
Además, el clima de Argentina es propicio para el cultivo del olivo, y el país tiene un terreno, agua y nutrientes adecuados. Estas áreas se caracterizan por cantidades significativas de luz solar durante la mayor parte del año (por ejemplo, provincia de San Juan, Guo). Este es un factor importante para aumentar la productividad de cada planta porque tantas hojas como sea posible necesitan recibir la mayor cantidad de luz solar posible para obtener la máxima cantidad de luz solar.
Dependiendo del nivel de producción, aumenta el número de plantaciones que operan en Argentina bajo nuevos modelos agrícolas intensivos o ultraintensivos, métodos de cultivo para un rendimiento óptimo de los cultivos, sistemas de mecanización que reducen la demanda de mano de obra y sistemas eficientes en agua y nutrientes. . Resuelve muchos problemas que enfrentan los agricultores en la agricultura tradicional y produce cultivos altamente eficientes y sostenibles.
Estos sistemas recientemente adoptados permiten a los trabajadores realizar tareas más especializadas mediante la formación continua en el uso de nuevas tecnologías. Algunos aspectos de este sistema incluyen más plantas por hectárea en comparación con el olivar tradicional (1.400 a 2.100 plantas por hectárea) y una cosecha y poda totalmente mecanizadas.
Esto trae algunos beneficios como una mayor productividad por unidad de tierra, y resulta en una reducción del trabajo agrícola, entrada temprana de cultivos en la etapa de producción y producción de aceite de alta calidad.
Finalmente, otra ventaja significativa del aceite de oliva argentino es que proviene del hemisferio sur, que siempre puede suministrar aceite recién producido en contratemporada para abastecer los mercados y satisfacer las necesidades del hemisferio norte.
El mercado norteamericano es predominante en términos de su demanda de aceite virgen extra, cuya calidad se está volviendo cada vez más popular en todo el mundo.
Este artículo de patrocinio fue escrito por el Consulado General de Argentina en Nueva York con la contribución de José Cediac. Para obtener más información, comuníquese con la embajada.