Sectores del radicalismo, del Frente Renovador y del socialismo coincidieron en las últimas horas en la necesidad de articular en Entre Ríos un “gran frente opositor” que posibilite vencer al urribarrismo en las urnas y que permita al próximo gobierno contar con un sólido respaldo político. “La sensatez y la valentía de dirigentes como Fuertes y Benedetti debería ser contagiosa porque nos puede conducir a gobernar esta Provincia”, celebró ayer el dirigente socialista que había impulsado la estrategia tiempo atrás.
La idea había sido lanzada en principio por el presidente del Partido Socialista de Concordia y Secretario de asuntos Municipales del Socialismo provincial, Martin Jáuregui, quien en un comunicado sostuvo que “hasta el más ingenuo de los observadores percibe que si desde la oposición no somos capaces de construir un gran frente electoral y por el contrario presentamos un panorama atomizado, el oficialismo nos ganará sin cansar el caballo”.
El socialista hasta le puso nombres a los eventuales miembros de ese “gran frente”: el radicalismo, sectores del socialismo, el grupo de Adrián Fuertes y el de Alfredo De Angeli.
“(Si no hacemos este frente) los únicos beneficiados serían los oficialistas y los pícaros de siempre que bajo el discurso del fundamentalismo ideológico y otras yerbas quieren seguir ocupando eternamente los cargos de las minorías de partidos testimoniales y con nula vocación de poder”, indicó Jauregui.
Desde la UCR
La idea del concordiense había recibido hasta ahora sólo un tibio respaldo de Adrián Fuertes. Pero este fin de semana la propuesta tuvo un nuevo espaldarazo, cuando el radical Atilio Benedetti se mostró partidario de forjar “un amplio acuerdo entre las fuerzas opositoras de Entre Ríos”.
“Hay un gran sector de la sociedad que pide un cambio en la provincia y reclama que los dirigentes de la oposición avancen en un acuerdo amplio, que permita ganar las elecciones 2015 (…) Tenemos que asumir la responsabilidad histórica de fundar las bases de un nuevo proyecto a partir de un acuerdo programático, que suceda al peronismo de Urribarri”, se afirmó en un documento emitido el sábado por la Corriente Arturo Illia, al término de la reunión que mantuvo en Villa Elisa.
Se menciona en ese texto que la idea es acordar “claramente una plataforma que defina la provincia que viene, a partir de temas centrales como producción, seguridad, educación y salud”.
“Es hora de definir hacia dónde vamos: o elegimos que cada cual se resguarde en sus estructuras facilitando la continuidad de un modelo que ya está agotado, o generamos una alternativa ganadora para devolverle el equilibrio y la dignidad a la provincia de Entre Ríos”, señalaron desde el sector mayoritario del radicalismo entrerriano.
“No es imposible”
Apenas se conoció el documento del grupo de Benedetti, Fuertes hizo conocer su beneplácito: “Un acuerdo entre todos sería una estrategia inteligente para aumentar exponencialmente las chances de triunfar”, sostuvo el intendente de nuestra ciudad.
Y fue más allá: dijo que la construcción de un gran frente se constituiría en “un respaldo político importantísimo para el próximo gobernador, que tendrá que asumir las consecuencias del desquicio actual y necesitará de un sólido apoyo para dar confianza y garantizarles gobernabilidad a los entrerrianos”.
Fuertes no sólo apoyó la propuesta de un gran acuerdo opositor, sino que sostuvo que “sería imperdonable no intentarlo”, enfatizó el villaguayense.
En qué consiste
Aunque los detalles técnicos no están definidos (en realidad es imposible que lo estén ya que aún no se sabe con qué legislación se votará en la provincia), la idea es que todos los candidatos opositores confluyan en un gran frente en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Y que el ganador de esa “interna” se convierta en el postulante de toda la oposición.
Es decir, no sólo irían a las PASO los candidatos de UNEN -Atilio Benedetti y Fabián Rogel por la UCR; Lucio Godoy por un sector ligado a la UCR; Lisandro Viale por el socialismo- sino que también competirían por el mismo cargo Alfredo de Angeli por el PRO y Adrián Fuertes y Gustavo Zavallo por el Frente Renovador.
Las cuentas que hacen quienes impulsan esa idea son bastante claras: las encuestas indican que el oficialismo podría alcanzar un 40 por ciento de respaldo. Si la oposición va atomizada, con ese porcentaje el urribarrismo ganarías las elecciones.
En cambio, si los sectores de oposición consiguen darle forma a su acuerdo, estarían representadas por un solo candidato, que aglutinaría, teóricamente, el respaldo del 60 por ciento de los entrerrianos.