âNo hay absolutamente nadaâ, confió a ElDÃa el jefe de PolicÃa de Gualeguaychú, Cristian Hormachea, sobre los resultados de los rastrillajes que se han llevado a cabo en la zona del destacamento Gualeyán para tratar de dar con el paradero de Fabio Cortesi, el vecino de Gualeguaychú que desde el jueves pasado es intensamente buscado.
La mañana de ayer martes, Silvia, hermana de Fabio, dialogó con ElDÃa desde Cero, donde confirmó que tanto la pareja como la hija del desaparecido estaban en su casa cuando éste salió y fue registrado por la cámara de seguridad de un vecino.
âHay rastros a dos cuadras de la casa y el rastro se pierde. Los canes llegan hasta ahÃâ, contó Silvia, quien no descarta ninguna posibilidad. Ni siquiera la de que âalguien lo haya levantadoâ.
Sobre la salud de su hermano dijo que dÃas antes de la desaparición habÃan consultado a un médico por âalteraciones recientesâ en su conducta.
âFue repentino. Empezó a decir cosas anormales, por lo que fuimos al médico y lo medicóâ, relató. Pero no puede asegurar que el hombre de 51 años haya alcanzado a tomar esta medicación.
El diagnóstico médico fue de «ataques de pánico y alucinaciones de persecución«, contó sobre la salud de su hermano, a quien describió como âuna persona bastante callada, una persona recta y sumamente honestaâ, que ânunca estuvo en una situación turbiaâ.
ALUCINACIONES PERSECUTORIAS
El delirio o alucinación persecutoria es un conjunto de condiciones delirantes en el que la persona afectada cree que está siendo perseguida. Este serÃa el trastorno que sufrirÃa Fabio Cortesi..
Sus elementos centrales son los siguientes: por un lado, el individuo piensa que se le está haciendo daño o que esto se va a producir, o por el otro, piensa que la situación percibida como una persecución tiene la intención de causar daño.
Los delirios de persecución son la forma más común de los delirios en la esquizofrenia paranoide, donde la persona cree que «está siendo atormentado, seguido, engañado, espiado, o ridiculizado.»
Se observan a menudo en el trastorno esquizoafectivo, y, como se indica en el DSM-IV-TR, constituyen la caracterÃstica más común y cardinal del subtipo persecutorio del trastorno delirante.
Los delirios de persecución pueden aparecer también en los episodios manÃacos y mixtos del trastorno bipolar y en episodios depresivos graves con caracterÃsticas psicóticas, especialmente cuando la depresión se asocia con el trastorno bipolar.
Tiene como base un miedo a ser observado/dañado de alguna manera que es creciente. El delirio puede representar la transformación de la autoimagen que se desarrolló antes de la aparición de la psicosis declarada.
Sus manifestaciones son:
Miedo intenso de ser observado, despreciado, manipulado y agredido fÃsicamente.
Sesgo de intencionalidad. Dar significado personal a eventos irrelevantes.
Sesgo de atención. Enfoque selectivo.
Sesgo autorreferencial. Interpretar hechos irrelevantes como indicadores de mala intención.
Sesgo confirmador/antirrefutador. Impide quitar o despreciar pruebas en contra.
Capitalizar coincidencias.
Aumentar semejanzas de los perseguidores.
Encajar piezas. Delirio consolidado.
Las conductas de evitación/seguridad impiden la corrección de creencias delirantes.
Fuente: El DÃa de Gualeguaychú