Con un volumen ya reducido de operaciones de 460 mil unidades en 2019 pocos creían, por la profundización de la crisis, que se podía repetir este año; pero los datos de los primeros dos meses y medio -hasta que comenzó a regir la cuarentena- así lo confirmaban ya que se venía registrando una baja que llevaba los pronósticos a un nivel de 360 mil vehículos
Sin embargo, con la pandemia comenzando a marcar el ritmo económico, todos estos cálculos quedaron desactualizados y las perspectivas toman un tono dramático. En marzo se operó la mitad del mes con apenas 17.000 unidades y poco será lo que se concrete on line mientras sigan las restricciones de movilidad.
Según destaca Ambito.com, las comunicaciones internas de las empresas, ya hay automotrices que imaginan para 2020 un derrumbe de las ventas que podrían caer hasta 200.000 unidades. Esta cifra es sólo comparable con 2003, cuando se vivía todavía el impacto de la salida de la convertibilidad.
Las reuniones en las terminales, en estos días están restringidas a la forma de videoconferencias. En la minuta de una “call” que se realizó el viernes pasado entre la cúpula directiva de Toyota -en la que participó su presidente, Daniel Herrero, según consta en la circular 05/20- se enumeran distintos temas tratados. En el correspondiente al mercado, según el texto al que accedió Ámbito Financiero, dice: “La proyección anual será de 200.000 unidades, estando muy comprometidos los meses de abril y mayo. Junio podría comenzar a reactivar”.
Este tal vez sea el escenario más negativo que tiene hoy una terminal. Otras empresas consultadas estiman que, por el momento, se pude soñar con un volumen de 300.000 vehículos. “Todavía es prematuro para asegurar cifras serias”, explicaron desde otra terminal. Más allá de cuánto dure el cierre de las fábricas locales, la situación económica será muy delicada y el consumo difícilmente se recupere de manera inmediata.
Al no saber hasta cuándo se extenderá la cuarentena y la fecha de reanudación de la producción es difícil precisar un escenario posible. Sin embargo, hay indicios de que más allá de la demanda, la oferta de vehículos estará restringida. La preocupación no es sólo lo que sucede en la Argentina sino también en Brasil. Más del 70% de los vehículos que se venden en el mercado interno llegan de ese país. Si el conornavirus pega más fuerte en el socio del Mercosur, la parálisis de las fabricas impactará en el abastecimiento de vehículos en la Argentina.


