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La represión desatada tras los distrubios que generó un pequeño grupo de manifestantes, ayer en inmediaciones del Congreso, tuvo como víctimas a varios docentes de Villaguay que habían viajado a Buenos Aires para participar de la marcha contra el proyecto (finalmente aprobado) de reforma previsional.

Según relató el docente Martín Larrosa, una profesora de nuestra ciudad recibió dos balazos de goma (afortunadamente desde mucha distancia), mientras ambos intentaban alejarse del foco de los conflictos.

“Veníamos pacíficamente manifestándonos en la marcha, cuando de golpe una compañera recibió dos balazos de goma, uno en la espalda y otro en la pierna, disparados por la Policía, y otras dos compañeras fueron golpeadas también por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires“, contó el docente.

Relató que los hechos ocurrieron cuando se encontraban en la esquina de Avenida de Mayo y Sáenz Peña. “Estábamos sentados en el cordón, junto a otro grupo de compañeros, y empezaron a reprimir. Las dos compañeras que fueron golpeadas por la Policía se pudieron meter adentro de un edificio. El encargado les abrió la puerta y subieron al primer piso. Pero atrás de ellas entró la Policía, subió al primer piso, y ahí fueron golpeadas”, narró.

Agregó que “las pusieron la boca contra el piso, y ahí fue que las golpearon en la cintura. Otra compañera junto conmigo pudimos correr por Avenida Rivadavia, junto con gente del Polo Obrero y el MST, y cuando doblamos en Sáenz Peña para tomar Rivadavia, la compañera recibió dos balazos de goma, en la espalda y en la pierna”.

Por su parte, el profesor José Carlos García MArnetto, también villaguayense, contó que una vez desatada la represión “la gente corría desesperada, las caras rojas, hinchadas, muchos ensangrentados”.

“Nos estábamos yendo, tratando de llegar a la 9 de Julio, cuando nos emboscaron. Gente desarmada, herida, cegada por los gases. Y cayeron otras granadas de gas lacrimógeno. Una a pocos metros de mí, y el humo me llegó de lleno. Para los que no han tenido la espantosa experiencia (y espero nunca la tengan), el gas lacrimógeno provoca náuseas, se te cierra el pecho y no podés respirar. Quedás momentáneamente cegado y el ardor en los ojos y en las vías respiratorias en insoportable”, describió.