700 euros al mes. Algo así como 43.230 pesos. Esa es la cifra que ofrece un pueblo italiano a las personas que quieran mudarse hacia sus pagos y aumentar así la población, menor a dos mil habitantes.
«Si ofreciéramos financiación, sería un gesto de caridad. Queremos hacer más; queremos que la gente invierta aquí. Pueden abrir cualquier tipo de actividad: una panadería, una papelería, un restaurante, cualquier cosa. Es una forma de dar vida a nuestras ciudades y al mismo tiempo aumentar la población», indicó al diario The Guardian Donato Toma, presidente de Molise.
Molise cuenta con 136 pueblos y al menos cien de ellos tienen menos de dos mil habitantes, lo que los deja al borde de despoblarse casi por completo.
Por ejemplo, Pizzone, donde no hay almacenes ni farmacias. Apenas un bar que vende café, pan, leche y algo más, según lo publicado por el diario ABC. Por ejemplo Filignano, puerta de acceso al Parque Nacional de Abruzzo para quienes viajan desde Roma o Nápoles: allí hoy solo viven 700 personas, hace tres décadas en total eran tres mil.
«Nuestro territorio se merece mucho más. Necesitamos infraestructuras. Es una iniciativa que responde a las aspiraciones de quien busca un lugar tranquilo donde andar y está dispuesto a dejar la ciudad. Esperamos que vengan ciudadanos no solo de Molise, sino también de otras regiones», dijo por su parte el consejero Antonio Tedeschi.
«Esta iniciativa ha nacido para poner freno al triste fenómeno de la despoblación. Somos conscientes de que las ayudas no son la panacea de todos los males, pero estamos convencidos de que pueden representar un primer paso hacia la revitalización de nuestros pequeños pueblos», agregó.