Un violento hecho de sangre se produjo alrededor de las 11 de ayer en el Jardín de Infantes “Estrellitas Traviesas” de la ciudad de San Francisco, provincia de Córdoba. En el lugar, Mauro Bongiovanni, ex pareja de una maestra jardinera identificada como María Eugenia Lanzetti, ingresó al aula y frente a algunos niños y con un arma blanca ultimó a la mujer.
Algunos padres de alumnos del Jardín de Infantes manifestaron que sus hijos vieron el ataque y que están absolutamente shockeados por la situación.
Poco antes de las 11, Mauro Bongiovanni (45) entró como una tromba al centro vecinal de barrio Jardín. Atravesó la puerta y caminó unos metros hasta llegar a su objetivo: su exesposa María Eugenia Lanzetti (45), maestra jardinera en la guardería maternal Estrellitas Traviesas, que funciona en esa sede junto a un centro de salud barrial. Sin mediar palabra, de arrebato, la mató con varias cuchilladas en el cuello.
Marita –como la conocían–no tuvo tiempo para reaccionar ni para activar el botón antipánico, que le habían entregado el año pasado luego de haber denunciado amenazas y golpes del hombre con el que había estado casada. Bongiovanni la hirió mortalmente frente a un puñado de pequeños asistentes a la guardería, la mayoría de muy corta edad y algunos bebés.
La pareja, con dos hijos de 17 y 21 años, estaba separada y con trámite de divorcio iniciado.
El fiscal Bernardo Alberione, de los Tribunales de San Francisco, prefirió la cautela al brindar ayer precisiones sobre el hecho, pero fue claro al apuntar la responsabilidad de Bongiovanni; confirmó que fue visto por testigos en la guardería y detenido media hora después del hecho.
Alberione indicó que el detenido era un paciente psiquiátrico, con tratamiento ambulatorio, a cargo de un familiar. Una versión que circulaba ayer respecto de que habría estado internado en un centro de salud mental y habría escapado para cometer el crimen quedaría descartada.
“Entró decidido a hacer lo que hizo. No agredió a ninguna otra persona. Lo hizo y huyó al instante”, relató el fiscal.
Bongiovanni fue detenido cuando salía de su casa, con su ropa ensangrentada. El cuchillo que utilizó fue secuestrado.
El fiscal lo imputó por el delito de homicidio calificado por el vínculo y quedó preso en la cárcel de San Francisco.
Anoche, se esperaban los resultados de la autopsia que precisara las heridas que le provocaron la muerte de manera instantánea a la maestra.
Antecedentes
El año pasado Marita había presentado una denuncia por violencia familiar contra su exesposo. Por eso, él tenía impedimento de contacto físico con la mujer e imposibilidad de acercarse al domicilio, y ella recibió un botón antipánico para alertar a la Policía sobre eventuales riesgos, según confirmaron fuentes judiciales. Alberione indicó que la mujer no lo accionó desde septiembre de 2014 en que lo recibió.
El fiscal también confirmó que a Bongiovanni le hicieron dos pericias psiquiátricas tras las denuncias de acoso y amenazas de su exmujer, que determinaron que él comprendía la criminalidad de los hechos.
Consternación
Los vecinos de barrio Jardín no salían de la conmoción ayer. Les resultaba imposible imaginar esa escena en la guardería barrial. Carlos Bonsano, presidente del Centro Vecinal, precisó que hacía varios años que Marita estaba a cargo de ese servicio. “Era muy apreciada por todos acá. Un referente, por su calidad humana y su forma de ser”, contó, consternado.
“No podemos creerlo”, parecía la frase más repetida entre los vecinos, frente al vallado policial en el sitio del hecho.
El primero con botón
No llegó. El crimen de ayer en San Francisco representa el primer caso, desde que en marzo de 2013 la Provincia creó el programa Salva, de asesinato de una mujer que contaba con el botón antipánico. Se presume que fue sorprendida por el agresor, sin poder activarlo. Hasta ahora, se entregaron 1.100 a mujeres que denunciaron amenazas o violencia familiar, en una veintena de ciudades cordobesas. En San Francisco hay nueve.
Alertas. Desde que existe este plan de botones antipánico, hubo 305 detenidos en toda la provincia, por alertas de ese sistema. Veintiuno de ellos tenían armas de fuego o armas blancas.