Según el fiscal Fabio Zabaleta que interviene en la causa, Josefina podría haber sido ultimada en el mismo lugar donde fueron hallados sus restos (Naranjal de Pereda – zona del parque San Carlos). Allí, una piedra con rastros de sangre y cabello pertenecerían a la menor asesinada. Además puntualizó que el celular de la adolescente fue la clave para corroborar la peor de las hipótesis que se venían manejando.
“Sí, hay evidencia muy contundente que ese fue el lugar y con el elemento que se encontró también se piensa que fue el utilizado. Lo que encontramos fue una piedra de dimensiones considerables”, detalló Zabaleta.
Y agregó: “Al principio trabajó la sección canina en el lugar. Una de las perras que estaba trabajando en el rastrillaje, detecta y marca entre tres y cuatro puntos. Se lo señalizó hasta encontrar la parte que faltaba del cuerpo de Josefina. Hoy (por este miércoles) se trabajó levantando rastros en todos los puntos, dejando para último levantar la parte del cuerpo que se había encontrado. Esa parte estaba semi enterrado; más bien tapado por hojas y basuras de la zona”.
Acerca de los rumores del hallazgo de un arma blanca relacionado con el hecho, el fiscal solo se limitó a acotar que “hubo un secuestro en otros procedimientos que se hicieron pero no en ese lugar”.
Aquí las dudas se centran en la manera en la que el cadáver de la adolescente fue descuartizado. Para Zabaleta, el macabro procedimiento fue realizado con “un arma blanca, por la forma del corte. Y se descarta que haya sido un elemento de grandes dimensiones”.
Sobre la presencia de huellas que ayuden en la investigación, el fiscal admitió: “Es lo que buscamos, no sólo dactilares sino rastros de ADN que pueda tener esa piedra. Por eso se trabajó de la forma que se trabajó. Ahora se necesita un estudio científico que se realiza en Paraná y algunos se pueden llegar a realizar en Buenos Aires”.
El celular, la clave
En otro tramo de la charla, Zabaleta habló sobre la importancia de haber accedido al historial de comunicaciones registradas en el teléfono celular de Josefina.
“Fue una prueba importante, sin lugar a duda. Eso nos abrió y nos dio lugar a la hipótesis que menos queríamos, que era que Josefina estaba fallecida y que ese era el sospechoso. Nunca hubiésemos querido este final”, aseveró.
Si bien el aparato físico nunca fue encontrado (aún) el funcionario judicial puntualizó que “se hizo la clonación de la tarjeta de memoria donde hay técnicos forenses y de inteligencia que lograron hacerlo. Se hicieron otras operaciones más con ese teléfono y hay mucho material que se ha borrado”.
La declaración
El único detenido en la causa es Juan Carlos Acuña, tío político de la adolescente. Siempre según el fiscal Fabio Zabaleta, este jueves de tarde sería el momento en que se le tomaría declaración indagatoria.
“Tengo un plazo que respetar, que son 48 horas. Nosotros contamos con plazos muy cortos y tratamos de aprovecharlos al máximo. Si bien se está sobre una buena base para habilitar la prisión preventiva se trabaja rápido en esto para juntar toda la evidencia posible. Tengo 24 horas para pedir la prisión preventiva luego de la declaración”, afirmó el funcionario judicial.
Por último, y consultado acerca de posibles cómplices en el asesinato, Zabaleta fue tajante: “No descartamos nada”. (Diario Río Uruguay)