La idea es prácticamente perfecta: aprovechar un campo expropiado a un político condenado por corrupción para crear una “aldea productiva”, donde un centenar de familias puedan desarrollarse como criadores de cerdos. Pero, como ocurre a menudo, el proyecto y la realidad muchas veces se distancian.
Casi como una aparición, 50 flamantes viviendas amplias, de excelente construcción, se levantan en medio de un campo ubicado a pocos kilómetros de la localidad de Guardamonte, en el departamento Tala. Son la mitad de las 100 proyectadas para los futuros habitantes de la Aldea “La Esperanza”, que se erigirá –alguna vez- en el establecimiento que perteneciera al ex senador Mario Yedro.
Como se observa en las fotos -subidas hace cuatro meses al Facebook de la Unidad Ejecutora de Programas Especiales del Ministerio de Planificación, Infraestructura y Servicios de la provincia de Entre Ríos- las viviendas están listas para ser habitadas.
Es decir, en una provincia donde el déficit habitacional es una de las principales problemáticas, medio centenar de viviendas están abandonadas en medio del monte, sin que nadie atine a dar una explicación.
“Se las van a comer las hormigas y los mangangases”, graficó un lugareño, en diálogo con este medio.
No hay –hasta hoy- información oficial acerca de los motivos por los que aún no han sido entregadas; y tampoco se sabe, en realidad, quiénes serán los beneficiarios. Lo único cierto es que, perdidas en medio de los renuevos de espinillos y los pastizales, 50 casas en las que el estado invirtió más de 16 millones de pesos esperan que alguien las habite.
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