¿Cuándo naciste?
El 21 de agosto de 1963. Soy un león en el horóscopo
Los de Leo suelen ser coquetos. ¿Es tu caso?
Sí, seguro. Soy de usar perfumes, de cuidar un poco la imagen. No estoy pendiente pero forma parte de mi vida y además forma parte de mi trabajo, de mi “marketing” diario porque mi tarea tiene que ver con presentarse ante el público.
¿Cómo está compuesta tu familia?
Tengo ocho hermanos, uno de ellos fallecido. Mi papá murió cuando yo tenía 14 años y mi mamá tiene 84 años y hoy es como la patriarca de la familia. Hoy somos tres varones y cuatro mujeres que en cierta forma nos criaron a los más chicos. Y después formé mi familia en Villaguay y tengo dos hijos: Federico, que estudia arquitectura; y Natalia, que cursa psicología. Los dos en Rosario.
¿A qué se dedicaba tu padre?
Mi papá era oficial albañil y trabajaba en obras. Y además arreglaba todo en casa.
El marido ideal…
No sé si tanto, porque le gustaba trasnochar mucho. Era un gringo pintón, rubio, alto de ojos azules. Y solía llegar tarde, le gustaba la noche al hombre.
¿Y será cierto que la fruta nunca cae lejos del árbol?
Jajaja. Puede ser.
¿De qué origen es tu familia?
Mi padre era de ascendencia alemana, de la zona de Urdinarrain, gente de la Iglesia Evangélica Bautista. Y eso le generó un conflicto porque se casó con mi madre que era criolla. La familia de mi viejo nunca la aceptó y de hecho lo echaron de la iglesia y casi que de la familia. Mi abuelo paterno nunca vino a casa. Apenas venían unas tías, unas hermanas de papá.
¿A qué escuela fuiste?
Tanto la primaria como la secundaria las hice en Gualeguay. La secundaria fue en la Escuela de Comercio.
¿Cómo te empezás a vincular con esto de los medios de comunicación?
Arranqué en LT 38. Primero cebaba mate, como corresponde. Y Después leía “El menajero del éter”, que era una especie de Correo Rural. Me hice cargo yo porque el locutor que tenía que hacerlo se tentaba mucho con los mensajes. Además le hacían bromas, le cambiaban los textos: “Mañana voy a la estancia esperame en la tranquera con la yegua de tu hermana”. Jajaja
¿Cómo te habías acercado a la radio?
Porque era tenor del Coro San Gregorio Magno y en ese mismo grupo estaban Miguelito Diorio y Manuel Lazo, que trabajaban en la radio. Entré de a paquito y primero sin cobrar nada. Era una especie de cadete multifunción.
¿Y cuándo empezaste a conducir programas?
Estaba medio complicado y le preguntó a don Adán Ernesto Carbone, el dueño de la radio, cómo podía hacer para ganar unos manguitos más. Desde siempre fui medio buscavidas, y no por casualidad: vengo de una familia humilde y con muchos hermanos. La cuestión es que me dice que haga un programa referido a alguna localidad de la zona. El problema era que los más “rentables” por decirlo de algún modo, ya estaban cubiertos: Roberto Romani hacía el de Galarza; otro periodista tenía La Voz e Larroque. Sólo me quedaba Ibicuy. Hice “Pueblo Ibicuy y su actualidad”. A veces tenía que irme en canoa cuando creía el río.
Pensé que en ese momento lo tuyo era la música….
Sí, sí, también hacía un programa en el que don Carbone me dejaba pasar música en inglés, pese a que estaba prohibido en esa época por toda la cuestión de Malvinas. Cuando yo llegaba a la radio Carbone decía: “Ahí viene el bitle (beatle)”. Es que, aunque cueste creerlo, en esa época yo tenía el pelo largo. Jajaja. El programa se llamaba “Inquietudes” y pegó mucho porque era el único que pasaba música en inglés. Y así me fui haciendo más conocido y me hice cargo de animar alguna comparsa en los carnavales, cuando en Gualeguay eran muy importantes. Competían las comparsas Macumba, Marabá y Sisí. Estuve animando las dos últimas y enfrente tenía a tipos como Santiago Rinaldi.
Ya eras un tipo importante, entonces…
No no, era un tipo de tercera línea en la radio. Porque había muchos peso-pesados: Roberto Romani era el director artístico y a la mañana tenía su programa Mario Alarcón Muñiz. Yo apenas les cebaba mate. Pero aprendí mucho con ellos.
¿Y cómo es que rumbeas para el centro entrerriano?
Básicamente porque cuando murió Carbone me bajaron las comisiones al 20 por ciento y renuncié. Primero me fui a LT41 de Gualeguaychú, donde pude trabajar con muy buenos profesionales. Hacía programas los fines de semana. A la tarde me tocaba publicitar los carnavales de Gualeguaychú como los mejores del país y por ahí a la noche me iba a Gualeguay a animar comparsas y a decir que los de Gualeguay eran los mejores del mundo. Jaja Business are business. Jaja
¿Después vino Tala?
Sí, vine y armamos la FM Dimensión, en el 90.1, y competíamos con Delfino, que tenía la Mediterránea. Trabajaba a la mañana y me hice cargo de la programación. Y pudimos convertirla en la de mayor audiencia. En esa época viajaba desde Gualeguay en un camión con tripas de pollo. Así que llegaba a la radio con un perfume no muy agradable. Otras veces me iba en el tren, que tomaba e la estación Enrique Carbó. A veces me tenía que quedar a dormir un par de horas en la estación de Basavilbaso. Después me pude comprar un Citröen 2CV. Eras medio largo el viaje pero le corría el techo para atrás para que entrara el vientito. Ahí empecé a perder el pelo. Me lo quemó el sol, jajajaja.
¿Y a Villaguay cómo llegas?
Me conecté con Jorge Gómez para hacer unos programas los fines de semana para hacedr un programa con Liliana Schredelseker. Y después me conectaron con Delfino para empezar a armar la programación del cable. Ene se momento era Dexa Visión. Ahí empecé con la tele. No sabía nada, pero Delfino me tuve fe.
Después ya es más o menos conocido: radio, televisión y animaciones de eventos, que me gustan mucho. Hace poco me tocó hacer el acto de inauguración de los nuevos estudios digitales del Sindicato de Televisión. Fue una linda experiencia porque había que hacer una teleconferencia y tenía mucha gente al lado: maquilladores, tipos que me tenían los papeles. En fin, una cosa más profesional que nunca había experimentado antes.
¿La animación es lo que más te gusta?
Sí, depende el evento. Pero me gusta. En los carnavales me siento cómodo, por ejemplo, porque conozco del tema. Especialmente en los lugares donde se siente mucho el carnaval. En Villaguay todavía somos un poco fríos con los corsos. En los lugares donde hay competencias de comparsas es un River-Boca y la gente estalla. Pero lo que más amo es la radio. Es mi mundo.
¿Entonces lo de la radio propia (es el propietario desde hace alrededor de un año, de Fm Evolution, en el 105.9 del dial) habrá sido una especie de sueño cumplido?
Sí, sin ninguna duda. Es el sueño que sigue toda persona que está en radio. Esto tiene los desvelos normales de un proyecto nuevo que, además, no nació en un momento de mucha actividad económica. Pero pese a todo eso armamos un equipo de gente fantástico. Lo tengo, entre otros, al Pato Formosa en los controles, en la música; y también a Federico Quintana, con “Sólo por acompañarte”, que se vinieron conmigo de la otra radio colega. Y en menos de un año ya empezamos a preocupar a la competencia. He escuchado, por ejemplo, que algunos dueños de radio han pedido que en ciertos supermercados no transmitan mi radio por el circuito cerrado. Esa preocupación de la competencia ya es un dato del crecimiento que tuvimos. Estamos a muy poquito de ser líderes en audiencia. Estoy muy contento.
(Publicada en la última edición de El Diario del Domingo)