El complot para matar a Bahler, grave y a la vez ridículo

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Lo que ocurrió es serio, no hay dudas. Mucho más si se está en la piel de Alejandro Bahler. Escuchar a otros planificando la muerte de uno es un cimbronazo tremendo hasta para el más curtido.
Pero al mismo tiempo, la historia es tan ridícula, tan disparatada, que es necesario hacer un gran esfuerzo para no tomarla en broma.
Tal vez por eso el propio Bahler en su denuncia en Fiscalía llegó a decir algo así como “no lo puedo creer”. Dio en el clavo. Nadie lo puede creer. Pero lo cierto es que sucedió y es un hecho delicado, que urgentemente debe quedar esclarecido.
¿Dónde se ha visto al “cerebro” de un crimen dando explicaciones a los “sicarios” sobre las presuntas razones que justificarían el homicidio a cometer y hasta detallando los nombres de los presuntos beneficiarios, como si necesitara justificarse ante ellos?
¿Qué clase de “sicarios” son estos que piden unos pesitos adelantados porque necesitan parar la olla?
Partamos de la base de que el organizador del crimen es tan torpe que no fue capaz de adoptar mínimos recaudos para evitar que lo filmen.
Y el nivel de los asesinos es proporcional a la paga ofrecida: Algo más de 3250 dólares para cada uno por cometer ni más ni menos que un asesinato. En cuanto a los prometidos puestos de trabajo en la legislatura, está visto que no hace falta matar a alguien para conseguirlos. Si fuera así, habría muchos asesinatos en Entre Ríos. Es un área del Estado donde sobran ñoquis y becados, algunos de apellidos encumbrados.
Ayer viernes en ámbitos judiciales y políticos se tejían decenas de especulaciones, todas tan irracionales como los hechos en sí.
Habría sido una broma pesada que se les fue de las manos, decían unos. Otros aseguraban que el que filmó el video primero intentó sacarle 80 mil pesos a Amaro, pero como no los consiguió optó por “vendérselo” a Bahler. Pero el Diputado en su exposición contó que el material le llegó a su casa de manera anónima, al punto que pensó que se trataba de un currículum de alguno que pedía un puesto de trabajo en la Cámara.
Dos fuentes confiables dijeron a El Entre Ríos que Adrián Fuertes, sin dudas el político más dañado en su reputación por este escándalo, quiso renunciar, sin poder contener las lágrimas. “Yo pude haber cometido mil errores en política pero jamás haría una cosa así”, explicaba a quien quisiera escucharlo.
“Yo lo conozco a Fuertes y lo conocí a su padre. También conozco a Navarro de Nogoyá (el suplente que asumiría en lugar de Bahler) y al ex gobernador Jorge Busti. A ninguno de ellos los creo capaces de semejante cosa. Esto no cierra”, confió un dirigente opositor, tan desconcertado como el resto.
Iván Amaro, dirigente gremial de la bancaria de estrecha relación con Fuertes, no tiene antecedentes que lo sindiquen como un hombre violento. O sea, tampoco su perfil es el de un criminal. Es más, su misma torpeza parece confirmar que no califica para la presunta tarea que le habían encomendado. De haber una universidad para delincuentes, Amaro no aprueba siquiera el curso introductorio.
El pacto para matar no es delito

  Para colmo, no es descabellado que la investigación judicial termine en la nada.

Abogados penalistas confiaron a El Entre Ríos que el video, aunque se confirmase su autenticidad y se identificase a quienes aparecen en las imágenes, no sería prueba suficiente para condenarlos. En Argentina, el pacto para matar no es delito. Hay que probar además que se comenzó a ejecutar el plan. Con el plan solo no es suficiente.
“Los preparativos para cometer un delito no son punibles, si no se comprueba un comienzo de ejecución, por mínimo que sea. Comprar la escalera no alcanza. Debería demostrarse que la apoyó contra la pared del muro de la casa y empezó a treparla para configurar el intento de robo”, graficó un letrado. “En este caso, para probar el homicidio en grado de tentativa, deben conseguirse evidencias de que hubo un comienzo de ejecución del plan del que habla Amaro”, agregó.
Es por ello que la Fiscalía orientaba ayer sus esfuerzos a identificar a los dos “sicarios” y obtener del juez autorización para investigar sus pasos recientes, sus comunicaciones, etc., en busca de algo que demuestre que el delito comenzaba a materializarse.
“Amaro este sábado quedará en libertad”, adelantó otro profesional del derecho. La certeza de su pronóstico la funda en que no se darían ninguno de los dos supuestos que justifican la prisión preventiva: ni puede entorpecer la investigación ni hay riesgo de fuga.
La corrupción mata

  Es una gran verdad que “la corrupción mata”. Pero no necesita para ello ni de asesinatos por encargo ni de sicarios truchos.

Cada peso que se han robado en esta querida Entre Ríos falta en hospitales, planes sociales, escuelas, comisarías, etc. Cada coima en la obra pública, cada contratación arreglada, impacta de lleno en la salud, la educación y la seguridad de nuestro pueblo. Y causa muertes, muchas, incontables.
Por eso, a los presuntos enriquecimientos ilícitos de varios dirigentes entrerrianos debe investigárselos a fondo, con la misma celeridad con la que reaccionó la Justicia ante el video que llevó Bahler a Fiscalía.
Y esos crecimientos patrimoniales exorbitantes deberían ser abordados por todos los medios de comunicación de la provincia con la misma espectacularidad con que han seguido este caso.
No sea que se sospeche que los periodistas hablamos de Amaro porque no tiene poder para pautar en nuestras tandas, pero callamos cuando los presuntos delincuentes ocupan puestos claves de poder y tienen caja a disposición.
Fuente: El Entre Ríos Autor: Osvaldo Bodean

4 COMENTARIOS

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