En la prensa brasileña afirman que Mauricio Macri analiza privatizar Aerolíneas Argentinas y ya apuntan a un empresario del sector como “candidatísimo” para quedarse con la empresa argentina.
Se trata de David Neeleman, un brasileño con ciudadanía americana conocido en el sector, como fundador de empresas aéreas de bajo costo. Actualmente es dueño de la paulista aerolínea Azul, que es la tercera más grande de Brasil y tiene como principal accionista al conglomerado chino HNA Group Company Limited.
Pero su golpe en la mesa grande de las aerolíneas lo dio cuando irrumpió en el mercado norteamericano con la low cost Jet Blue, de la que fue despedido en el 2007. Incansable en el 2008 fundó la brasileña Azul y el año pasado ingresó en la portuguesa TAP.
La información la dio el diario especializado en negocios y finanzas del país vecino Relatorio Reservado, que suele tener las últimas novedades en el medio corporativo, y ya rebotó en otras publicaciones brasileñas.
La prensa vecina asegura que el líder del PRO decidiría en breve si lleva adelante o no el proceso de privatización de Aerolíneas Argentinas.
El año pasado, Portugal le vendió a Neeleman el 61% de la aerolínea TAP, por 354 millones de euros. La operación culminó una de las mayores privatizaciones del Ejecutivo portugués, de línea conservadora.
En esa transacción, Neeleman le ganó la pulseada al dueño de la colombiana Avianca, Germán Efromovich. Este empresario también tiene los ojos puestos en la Argentina, en lo que podría ser una segunda pelea comercial entre el brasileño y el empresario boliviano naturalizado en Colombia.
Según trascendió en febrero, Efromovich se interesó particularmente por Austral, la hermana menor de Aerolíneas Argentinas y acaba de comprarle a la familia Macri su empresa MacAir, para quedarse con sus rutas y poner un primer pie en el mercado local.
¿Una explicación a las contradicciones?
La versión de la posible venta de la empresa aérea argentina se da en el marco de un último plan de ajuste comunicado por la propia Isela Constantini a empresarios y sindicatos. La reemplazante de Mariano Recalde abandonó finalmente su idea de “gradualismo” que en principio buscaba impulsar en la renovación de la empresa, y lanzó un drástico giro presionada por el recorte de los subsidios del Gobierno.
Como explicó LPO, el vicejefe de gabinete, Mario Quintana, decidió reducir los fondos para Aerolíneas de 420 millones de dólares acordados a principios de año a 260 millones de dólares. Un cuarto de los mil millones que había solicitado Isela al asumir. El agravante es que más de la mitad de esos fondos ya fueron utilizados en el primer cuatrimestre.
Pero el dato más alarmante que expresó la ex General Motors en la reunión con los sindicatos es que con los gastos que actualmente tiene la compañía y el recorte ordenado por Quintana, sólo tiene fondos para dos meses. Es decir que el segundo semestre es un misterio en las condiciones actuales.
Para los gremios no es un dato menor ya que en el segundo semestre deben negociar la paritaria, más precisamente en agosto. Es por eso que los representantes ya empezaron con algunas reuniones informales para analizar la situación. Por lo pronto, en la Fapa (que agrupa a cuatro sindicatos aéreos) no piensan en resignar salarios y analizan pedir un piso del 40% cuando empiecen las negociaciones.