El escritor Eduardo Azcuy Ameghino presentó este viernes en Paraná su libro “Historia de Artigas y la independencia argentina”, que polemiza con las corrientes hegemónicas en la historiografía nacional, registró AIM. “Una historia argentina que no incluya a Artigas, que no investigue, que no problematice (el pensamiento y la incidencia del caudillo oriental en las luchas contra el colonialismo) va a ser una historia sesgada”, alertó el historiador
El historiador Eduardo Azcuy Ameghino presentó este viernes el libro “Historia de Artigas y la independencia argentina”, donde destacó la incidencia en las luchas anticoloniales y en la historia nacional. La presentación se realizó en la escuela Normal José María Torres, organizada por la Corriente Estudiantil Popular Antiimperialista (Cepa) y el Frente 15 de Junio de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader).
“La revolución de mayo fue una revolución anticolonial, con blanco principal en el colonialismo español, que reunió un vasto frente antiespañol y que dentro de ese vasto frente no todos los dirigentes tuvieron las mismas orientaciones y posiciones políticas”, señaló Azcuy Ameghino que si bien resaltó que “hubo una coincidencia general en la lucha anticolonial”, también señaló que hubo luego diferencias en cuánto a cómo se interactuaba y como se pensaba a futuro la sociedad virreinal que se estaba heredando: “si de lo que se trataba era, como lo resultó ser para la elite mercantil terrateniente de Buenos Aires, reemplazar a España en la cúspide de un sistema que en lo fundamental no se aspiraba a transformar sino aprovecharlo en beneficios de sectores secundarios al poder colonial durante todo el virreinato, o si la lucha contra España iba a ser acompañada en una cantidad de reformas en distintos terrenos que tendieran a democratizar aspectos importantes de ese mundo precapitalista, coactivo, que era la estructuración de la organización social del trabajo en los tiempos coloniales”.
“En mayo existió dentro de los patriotas una corriente que tiendo a llamar continuista, que lucha contra España pero que tiende a mantener lo que hay y una corriente democrática, radical, que aspira a introducir ciertos cambios. Por ejemplo que la libertad de comercio en la que estaban todos de acuerdo no necesariamente tenía que ser librecambismo; que podía haber libertad de comercio y, como quería Belgrano, proteger las artesanías. Poner la proa de la política en dirección a un desarrollo futuro industrial. O dos políticas en ese frente con respecto a cómo se iban a organizar los pueblos y provincias que participaban de la lucha anticolonial; si a través de la dependencia de la capital virreinal, del centralismo porteño o si a través de un sistema más democrático de unidad en la lucha de los distintos pueblos”, sostuvo el historiador.
El predominio de esta corriente que Azcuy Ameghino da en llamar continuista fue lo que impidió la unión de los pueblos y provincias en términos de igualdad.
Sin embargo, el papel del militar oriental, impulsor de la Liga de los Pueblos libres, fue más que importante y de hecho, su proyecto político estuvo cerca de cristalizarse tras la batalla de Cepeda de 1820.
Tras un extenso recorrido de las luchas independentistas y el papel de Artigas y la Banda Oriental, Azcuy Ameghino consideró que “una historia argentina que no incluya a Artigas, que no investigue, que no problematice (el pensamiento y la incidencia del caudillo oriental en las luchas contra el colonialismo) va a ser una historia sesgada”.
Frases
“En esta época nosotros tenemos que pensar si nos vamos a poner a la altura de Artigas o si vamos a poner a Artigas a la altura nuestra”.
“Hay una construcción donde la revolución anticolonial rioplatense tuvo un enemigo, que fue un colonialismo español y un cuartel central enemigo en Lima, y eso es así. Pero tuvo un segundo cuartel central enemigo y ese es el Río de La Plata. Cuando los portugueses invaden la Banda Oriental es una invasión a la Liga de los Pueblos Libres. Por lo menos para ese conjunto político, es indudable que el colonialismo portugués se transforma en el enemigo principal. Un historiador uruguayo decía: ‘en la historiografía argentina han visto a los españoles; no han querido ver a los portugueses’, de lo cual resulta un anticolonialismo tuerto, como si hubiera un colonialismo más bueno y otro más malo, como si los portugueses no tuvieran ambiciones e intereses equiparables a los españoles”.