“Vienen dos camiones de saqueadores a Villaguay”. “No, son cuatro colectivos con gente de Concordia”. Los rumores sobre posibles saqueos en la ciudad –generados de manera irresponsable. Provocaron una especie de psicosis entre los comerciantes, quienes, por las dudas, decidieron clausurar sus vidrieras, retirar mercadería y hasta cerrar sus puertas.
El panorama en la zona céntrica era de tensión. A la movilización de los retirados policiales, completamente pacífica, se sumaba el paisaje de los comercios cerrados y de no pocos propietarios de locales atrincherados, algunos de ellos incluso armados.
Adicionalmente, en el municipio se habían congregado algunos militantes del oficialismo, aparentemente con el objetivo de ponerse a disposición del intendente por si hiciera falta formar algún tipo de escuadrón de defensa ante la eventualidad de que se produzcan saqueos a comercios.
Pero nada de ello ocurrió. La única noticia fueron los varios choques –todos ellos sin consecuencia- que se produjeron en las calles del microcentro, abarrotadas de autos de vecinos que salieron “a ver si pasaba algo”.
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