Un hincha con una fractura en sus costillas fue el saldo de los serios incidentes que se produjeron ayer cuando faltaban pocos minutos para el término del partido que jugaron Deportivo Villaguay y Parque por la séptima fecha del fútbol local, en la cancha de Sarmiento.
La pelea, por extraño que parezca, no ocurrió en las tribunas sino dentro del campo de juego y fue protagonizada por los propios jugadores, cuando faltaba poco para que el árbitro Rodrigo Miño pitara el cierre del encuentro, que Parque ganaba por 2 a 1.
El cotejo se desarrolló con bastante normalidad, pese a que cuando apenas corrían dos minutos de juego el árbitro se vio obligado a expulsar a un jugador de Parque, que evitó un gol rival sacando la pelota de un manotazo como si fuera el arquero del equipo.
Con el transcurso del tiempo, el juego fue tornándose más brusco. Parque empató el trámite y luego uno de sus jugadores se escapó y fue derribado por el arquero de Deportivo. Miño cobró penal pero no expulsó al arquero, medida que, según algunos, debió tomar, ya que se trataba de una jugada de último recurso.
Como sea, Parque se puso al frente y el partido se fue haciendo más y más rudo. La chispa que encendió el fuego fue un altercado entre dos jugadores rivales: la discusión fue acalorándose y terminó con agresiones físicas. En cuestión de segundos, la batahola se había desatado y los jugadores habían convertido la cancha en un ring de box, al que se subieron también algunos hinchas y miembros de los cuerpos técnicos.
Como consecuencia de la pelea debió ser convocada una ambulancia, que trasladó a un hincha hacia el hospital. Se había fracturado algunas costillas tras caer sobre el muro de hormigón que sostiene el alambrado olímpico.
