El personal de la división Investigaciones se percató que algo estaba fuera de lugar, cuando observó a dos personas con una garrafa al hombro a las tres de la madruada, circulando a alta velocidad en una moto de gran cilindrada.
Los uniformados se dispusieron a interceptarlos, pero al advertir la presencia del móvil los motociclistas aceleraron y se dispusieron a darse a la fuga, desprendiéndose de la garrafa de 10 kilogramos que llevaba el acompañante sobre sus hombros.
Los policías hallaron la garrafa, un regulador y un fragmento de caño de bronce, que –se supo después- habían sido robados a un vecino de calle Frías.
La cosa no terminó allí: cuando el acompañante soltó el pesado envase de gas (con la intención de impactarlo contra el patrullero), el conductor perdió el equilibrio de la moto y ambos fueron a dar contra el piso, de donde uno logró levantarse rápidamente para fugarse.
El otro, en cambio, fue aprehendido por los policías, quienes lo trasladaron a la jefatura, donde quedó alojado a disposición de la justicia. Se trata de un joven de 23 años domiciliado en calle Premazzi al 800.
