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Crónica: “Evo goleador y sotana para Urribarri”

evo morales futbol

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(Por Julián Stopello – www.entreriosahora.com) – El fútbol de la tarde en la cancha del Club Olimpia convocó a unas 500 personas y fue para la selección presidencial de Bolivia. Súper concentrado Evo Morales metió cuatro goles y junto a sus compañeros superó un combinado integrado por el Mencho Medina Bello, el Loco Marzo, el Diablo Müller y Sebastián Bértoli. De yapa, el presidente boliviano cerró el partido sometiendo al gobernador local con un caño perfecto.

Un grupo de estudiantes del Movimiento Estudiantil Participativo cantaba consignas anti imperialistas al ingreso de la cancha del Club Olimpia como orquestando la previa de un partido que concentraba, al mismo tiempo, la expectativa de los espectadores por ver a Evo Morales, la permanente pose proselitista del oficialismo local y las ganas del presidente visitante de jugar un rato a la pelota.

Cuando la seguridad dispuesta para la ocasión dio el visto bueno, unas 500 personas colmaron la tribuna del estadio: militantes de agrupaciones estudiantiles, funcionarios de gobierno, bolivianos residentes en Paraná que llegaron a alentar a su presidente con la insignia patria y algunos curiosos se desplegaron por las gradas, apretados y dispuestos a llamar la atención de Morales o conseguir alguna buena foto.

El presidente boliviano llegó rodeado de agentes de seguridad que impidieron contacto con la prensa que estaba a la espera en la puerta y a los pocos minutos los dos equipos ya estaban en la cancha como para arrancar el partido.

De un lado el elenco de Urribarri, con la camiseta de la selección argentina y algunos jugadores con historia y renombre: el Mencho Medina Bello, Víctor el Diablo Müller, el Loco Marzo, el arquero de Patronato Sebastián Bértoli y la figura del recién ascendido Paraná Tincho Benítez. Del otro: el equipo presidencial de Bolivia, con Evo Morales y la 10 en la espalda.

Súper concentrado, Morales apenas si saludó un par de veces a la tribuna ante los repetidos cantos de los estudiantes y del público en general. El presidente, daba la impresión, quería jugar a la pelota y listo. Ni siquiera cedió ante la insistencia del locutor que pretendía ofrecerle el micrófono para que dijera algunas palabras. Evo, nada, pateaba en calentamiento pre competitivo. Urribarri sí dijo unas palabras, se sacó fotos, alzó un bebé. Hizo de anfitrión.

Hay quienes sostienen que uno es en la cancha como es en la vida. Más o menos así y esto no refiere al talento sino a la actitud y el compromiso que uno invierte o no en la contienda. Morales lució, en efecto, sumamente comprometido y algo áspero: de arranque nomás trabó fuerte a un rival y lo dejó en el piso. Más allá del detalle, a los 55 pirulos, el presidente, se nota, sabe administrar su energía y disfruta del juego enfocando toda su atención y aprovechando cada oportunidad para sacar un derechazo ciertamente peligroso. De hecho, fue el goleador de su equipo con cuatro tantos.

En el comienzo del primer tiempo, Argentina tuvo la iniciativa y con el aporte del intendente de Berazategui, Juan José Mussi y la potencia de Medina Bello sacó claras ventajas: un 4 a 1 contundente. Así todo fue Bolivia el que intentó ganar el protagonismo, pero se topó una y otra vez con el gran desempeño de Bértoli.

Como si el partido se hubiera estado jugando en la altura bolivina, con el correr de los minutos el equipo de Urribarri se fue desinflando, hasta que la manija quedó en mano de la troupe de Morales. En el segundo tiempo, que arrancó 4 a 3 para el local, el visitante se lo llevó por delante y si no fuera por las manos salvadoras de Bértoli, todo terminaba en una goleada estrepitosa. 10 a 6 fue un buen negocio para Argentina y también para Urribarri, de escasa participación en el partido, salvo por un par de buenos saques laterales. Más allá de eso, el gobernador se quedó sin aire, no estuvo preciso para asistir y tampoco gravitó ofensivamente. Si el entrenador no hubiese sido su vicegobernador, José Cáceres, está claro que hubiese tenidos menos minutos en cancha. Aunque en ese caso tal vez Evo se quedaba sin darle el toque de magia al cierre del encuentro, con ese caño perfecto realizado entre las piernas abiertas del gobernador, que inspiró el comentario por lo bajo de un espectador lejano: “Sotana para Urribarri”.

 

Julián Stoppello

De la Redacción de Entre Ríos Ahora

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