Un vecino de calle Liniers se acercó el sábado a la redacción de EL PUEBLO para mostrar una pequeña yarará que había hallado en el interior de su casa, ubicada en calle Liniers entre Caseros y Hermelo.
“En la esquina hay unos pastizales enormes y los dueños no se preocupan por mantenerlos. Este es el resultado de eso: los vecinos tenemos que correr el riesgo de encontrarnos con estos bichos tan peligrosos”, subrayó el hombre.