Buenos Aires, Argentina (AP) — Un tribunal argentino condenó el viernes a un obispo católico romano a cuatro años y medio de prisión por abusar sexualmente de dos exseminaristas, para disgusto del papa Francisco, quien respaldó a Gustavo Sanchetta luego de los cargos iniciales.
La fiscalía de la norteña provincia de Salta anunció la sentencia y sentencia en su cuenta de Twitter, diciendo que había ordenado su arresto.
La sentencia sobre la patria del Papa socava la credibilidad personal de Francisco porque inicialmente negó las acusaciones contra el ex obispo de Orán, Jonzeta, y le creó un trabajo en el Vaticano, que lo expulsó de Argentina.
Francis respaldó el manejo del caso e insistió en que Sanchetta «se defendió bien» cuando se enfrentó a las primeras acusaciones de que tenía imágenes pornográficas de víctimas en su teléfono celular.
Francisco también apoyó la decisión de ofrecerle un trabajo en una de las oficinas vaticanas más sensibles.El Tesoro, que administra las inversiones y los activos de la Santa Sede, dijo que Jonzetta había sido advertido de contratiempos psicológicos cada mes en España y que no tenía sentido regresar a Argentina entre cada sesión.
Tras el veredicto, el obispo, que llevaba una máscara de contagio, fue expulsado del tribunal en un automóvil, aunque no está claro a dónde fue llevado.
A principios de 2019, las autoridades locales comenzaron a investigar luego de que surgieran denuncias a principios de 2019, cuando el periódico El Tribuno de Solda informó sobre la conducta de Joansetta como obispo en Orán, 1.600 kilómetros (900 millas) al noroeste de Buenos Aires.
Cinco sacerdotes del Seminario St. John XXIII presentaron una acusación formal ante los funcionarios de la iglesia en 2016 contra el obispo por cargos de dictadura, mala conducta financiera y abuso sexual.
Los investigadores han establecido la veracidad de los testigos contra el obispo, citando su lógica interna, contexto y detalles precisos, dijo el jueves al tribunal la abogada María Soledad Filtrín Cuezzo.
Joncetta regresó a su país natal desde Roma para enfrentar cargos. Ha negado las acusaciones y dijo que los sacerdotes de Orán tomaron represalias contra él porque tenían diferencias de opinión.
Aunque se desconoce el resultado del caso, el Papa ordenó un juicio en la iglesia.
Anne Barrett Doyle, codirectora de BishopAccounability.org, que supervisa los casos de abuso clerical, emitió un comunicado diciendo que el fallo era «una indicación de que la sociedad civil no tolerará mucho abuso sexual de jóvenes, incluso si la Iglesia Católica gana poder». Aunque Francis los apoye”.
Agregó además que las acusaciones contra Sanchetta «salen a la luz en o alrededor de 2015, pero que el Papa Francisco sigue apoyando a Bishop y no quiere convencer a las víctimas». «Muy preocupante, el Papa se negó a cooperar con la solicitud de información de los abogados. Este es un clero de la vieja escuela, no la responsabilidad que se nos prometió».
Señaló que a pesar de la investigación criminal en Argentina, el Papa volvió a nombrar a Jancetta para su cargo en el Vaticano en junio de 2020, «una acción pública que parecía casi contraproducente para el papel de Francisco, y que ignoró a los jóvenes que los hicieron».
Carlos Lombardi -y vocero de las víctimas de la Red de Sobrevivientes de Abusos en la Iglesia en Argentina- dijo que la sentencia es un «fuerte golpe» para el Papa, «por la seguridad pública que ha hecho en este caso…
“Ahora no tienen argumentos para defender a estos criminales en Gaza”, agregó.