Buenos Aires, nov. 24 (Reuters) – Los bonos argentinos están volviendo a la normalidad a medida que aumenta el riesgo político, mientras que las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional se han prolongado para reestructurar alrededor de 45.000 millones de dólares en deuda que el país productor de cereales no puede pagar.
El país sudamericano, que se ha visto afectado por crisis económicas y monetarias en los últimos años, reestructuró su deuda externa con deudores privados a fines del año pasado, cuando los precios de los bonos volvieron a subir a 40-50 centavos frente al dólar.
Sin embargo, con los precios retrocediendo debido a las lentas conversaciones con el FMI y un entorno político complicado, la coalición peronista gobernante fracasó estrepitosamente en las elecciones de mitad de período de este mes, destruyendo su mayoría en el Senado.
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El telegrama fue enviado como resultado de una fuerte derrota en las elecciones primarias abiertas en septiembre que condujeron a una importante reorganización del gabinete.
El riesgo de JPMorgan para Argentina subió 22 puntos el miércoles a 1.819 puntos básicos, el nivel más alto desde la reestructuración de la deuda del año pasado. El economista local Gustavo Perr dijo que era «equivalente a la normalidad».
«La deuda de Argentina se está hundiendo sin una plataforma debajo de ella y el precio promedio ponderado se acerca al bajo nivel posterior a la reestructuración alcanzado en marzo», dijo Argentina Financial Advisory Portfolio Personal Inversion.
«La probabilidad general de incumplimiento dentro de cuatro años ha alcanzado un nivel de reestructuración posterior al nuevo», agregó, citando un entorno internacional inestable y la incertidumbre económica local.
El gobierno argentino quiere llegar a un acuerdo con el personal técnico del FMI antes de enviar un nuevo plan económico al Congreso el próximo mes, dijo la semana pasada el ministro de Economía, Martín Guzmán, pero hay puntos delicados en las conversaciones sobre cómo reducir el déficit fiscal.
Guzmán y el presidente Alberto Fernández han dicho que cualquier acuerdo debería evitar apretarse el cinturón, ya que el país necesita un crecimiento rápido para evitar el aumento de los niveles de pobreza.
«Los comerciantes se muestran escépticos sobre la posibilidad de llegar a un consenso entre los principales partidos políticos, que es necesario para avanzar hacia un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional», dijo Perr.
Argentina opera a más del 50% anual con alta inflación, un amplio déficit fiscal y las presiones cambiarias han duplicado el valor del dólar frente al dólar en los tipos de cambio, y existen severas restricciones de capital.
Nolia Pisso, analista de Rawa Bursatil, dijo que el precio de los valores caería aún más si el Fondo Monetario Internacional se retirara de las conversaciones.
«Si no hay un progreso definitivo con el FMI, los bonos pueden continuar por este camino», dijo.
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Informe de George Ottola y Hern ான் n Nessie, de Hugh Bronstein; Informes y gráficos adicionales de Rodrigo Campos; Edición de Adam Jordan y David Gregorio
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