Conseguir una entrada en la puerta de la Bombonera del clásico Boca-River de fin de mes será más fácil que hacer un frente según lo pretende ahora la UCR.
Es que después de su congreso partidario donde cerro filas solo con el Pro y por ende a sus candidatos nacionales, es imposible que se sume quienes tengan otros candidatos a Presidente. Diría que parece mas que lógico si las conversaciones encontraran respuestas negativas si la condición es entrar a un espacio con un contrato de adhesión. Y esto sucede no solo en política sino en cualquier actividad en donde se invita a formar una sociedad con un contrato ya cerrado.
Creo que lo mas sano es reconocer que ya es un tema terminado.
La única solución a esta decisión, si realmente existe voluntad de cambiar lo resuelto, sin ánimo de inmiscuirme, es que se modifique lo ha resuelto que resulta casi imposible pero es el único camino para abroquelar la oposición y tener posibilidades de éxito electoral.
Entonces, a partir de esta negativa, le queda al resto de la oposición intentar el logro de unificar a los entrerrianos frentistas, con vocación mayoritaria y de triunfo, de lograr un acuerdo amplio que permita unificar la diversidad en pos de ese objetivo. Todavía hay tiempo y pareciera que voluntades.
Si así no se pudiera al menos se intentara pero peor es decir una cosa y hacer otra. Debemos trabajar durante este mes en esa búsqueda y hacerlo sin cerrojos, con mucha amplitud y con posibilidades reales.
Es decir debemos hacer un Frente por Entre Ríos,y no un Frente a lo Porteña, que sera la gran oportunidad y a su vez desafío pero, obviamente, en la medida de las posibilidades, para intentar hacer un acuerdo pluralista y representativo de lo que está sucediendo en cada departamento de nuestra provincia.
Ya se verán en este mes los avances plurales en cada ciudad de Entre Ríos donde la vocación de encuentro es amplia y que nadie se pondrá un corsé y que les impida alcanzar un triunfo o al menos un resultado decoroso.
Obviamente que no es sencillo pero lo positivo es pensar con amplitud y sin proscripciones para detentar el título de democrático que tanto utilizamos en la vida cotidiana y que tan devaluado esta hoy.
Juan Carlos Lucio Godoy