Ernesto Sanz se cansó de pronosticar que la Unión Cívica Radical pondría en 2015 a diez nuevos gobernadores. Fue el arma de los radicales para subirse el precio en las negociaciones con el PRO y el Frente Renovador. Pero ya con el calendario electoral bastante avanzado, el objetivo parece bastante lejano y el centenario partido se desinfla elección a elección.
“En diciembre de 2015 vamos a tener más gobernadores de provincia que en toda esta etapa democrática. El radicalismo va a pasar de tener un gobernador y un vice gobernador, a liderar nueve o diez gobiernos provinciales”, afirmó Sanz el año pasado, poco después de lanzarse a la presidencia.
El concepto -palabras más, palabras menos- fue repetido a coro por los principales referentes del radicalismo, sobre todo en la antesala de la Convención Nacional de Gualeguaychú. Ese objetivo de los “diez gobernadores”, señal del presunto poderío territorial, fue la principal carta para tentar a Mauricio Macri y Sergio Massa, que terminaron enredados en la rosca radical.
A un mes de las primarias nacionales y con ocho provincias con su gobernador electo, la posibilidad de que el radicalismo meta diez nuevos mandatarios provinciales parece una utopía, sobre todo porque varios de los posibles ganadores terminaron perdiendo.
El único triunfo radical hasta aquí lo aportó Alfredo Cornejo, que le devolvió a la UCR el control de Mendoza después de ocho años de gobierno peronista. El intendente de Godoy Cruz -aliado con el PRO y el massismo- logró un claro triunfo y es, por ahora, el único que cumplió las expectativas. En diciembre se sumará a Ricardo Colombi, el único radical que gobierna una provincia y que ayer ratificó su liderazgo con una contundente victoria en las legislativas de Corrientes.
El “superdomingo” fue claramente una jornada negra para el kirchnerismo, que perdió cuatro de cinco elecciones. Pero tampoco fue una jornada tan luminosa para el radicalismo, que vio cómo se hundían las chances de dos de sus “figuras” provinciales.
Oscar Aguad -aliado al PRO y al juecismo- hizo una muy buena elección en Córdoba, pero terminó a seis puntos del peronista Juan Schiaretti, que regresa al gobierno. Al diputado radical le costó admitir su derrota y lejos estuvo de definir voto a voto, como pronosticaban sus operadores al cierre del comicio.
El golpe más duro de la jornada para la UCR se dio en La Rioja, donde durante meses auguraron el triunfo de Julio Martínez ante el peronismo. Incluso, ayer mismo en el comando radical pronosticaban una victoria por alrededor de ochos puntos y el bloque de diputados nacionales del radicalismo emitió un comunicado anunciando el triunfo de Martínez. El propio Sanz viajó temprano a la capital provincial para los festejos. Sin embargo, los resultados oficiales fueron lapidarios: Sergio Casas le ganó por 15 puntos.
Aguad y Martínez se suman así a la lista de radicales con “posibilidades de ganar” que ya quedaron fuera de carrera.
El primero fue Horacio “Pechi” Quiroga que en Neuquén no sólo no pudo romper la hegemonía del Movimiento Popular Neuquino (que lo duplicó en votos), sino que además fue relegado al tercer lugar por el kirchnerismo.
La semana pasada el que perdió fue Federico Sciurano en el ballottage en Tierra del Fuego, otra de las provincias que la UCR contaba para llegar a las diez gobernaciones en diciembre.
Aunque el nuevo gobernador todavía no se definió (la elección general es el 20 de septiembre), el radicalismo también sufrió un duro golpe en Chaco, donde la “favorita” Aída Ayala perdió en las primarias por 22 puntos ante el peronista Domingo Peppo. La posibilidad de un triunfo allí, depende de un milagro.
En el resto de las elecciones que se desarrollaron hasta aquí, la UCR tuvo muy pobres desempeños en Salta y Río Negro, mientras que mantuvo la vicegobernación de Santa Fe aliado al Socialismo. Sin embargo, en esta última provincia la apuesta radical fue Mario Barletta, que perdió en la primaria.
Con este panorama, el objetivo radical de aquí a fin de año es bastante más humilde que el planteado por Sanz. En el horizonte, los que aparecen con chances reales de pelearle al kirchnerismo son José Cano en Tucumán, Gerardo Morales en Jujuy, Eduardo Costa en Santa Cruz y Eduardo Brizuela del Moral en Catamarca.
Con algo menos posibilidades aparecen Luis Naidenoff en Formosa y Francisco Torroba en La Pampa, mientras que en Buenos Aires y Entre Ríos el radicalismo secundará a los candidatos del PRO. (La Política Online)