Al villaguayense Gustavo Schierloh, quien actualmente se desempeña como jefe departamental de Policía de Concordia, la semana pasada le tocó enfrentar una de las situaciones más difíciles de su carrera: allanar la casa y llevarse detenido a un amigo personal.
La semana pasada, Concordia se vio sacudida por varios allanamientos en simultáneo, que lograron capturar a una banda narco en la que estaban implicados integrantes de las fuerzas policiales y de gendarmería. Entre ellos se encontraba el jefe de Operaciones de la Dirección Toxicología de la Policía de Entre Ríos, Mario Núñez.
Schierloh señaló que el caso lo impactó “doblemente”, ya que por un lado sufrió la decepción de que un funcionario policial aparezca aparentemente involucrado con el narcotráfico; y en segundo lugar que ese policía sea “un amigo personal”.
“Esto me toca doblemente, porque Mario Núñez es un amigo personal mío, fue mi compañero de promoción, nos recibimos juntos en la escuela de oficiales”, contó el villaguayense en declaraciones a la radio Oíd Mortales.
Y agregó: “No es nada lindo detener a un compañero e incluso allanarle la casa. Yo creo que el que por ahí sabe la relación que hay entre los compañeros de las fuerzas de seguridadme entiende. Sin embargo, por ahí nos puede llegar a tocar detener a un hermano o a un familiar; nuestro trabajo no es muy grato que digamos”.
