Horacio Calderón: “Temo que en Argentina alguna vez se pueda replicar lo de Medio Oriente”
Horacio Calderón es uno de los más prestigiosos analistas internacionales que tiene la Argentina. Quien introduzca su nombre en el buscador Google encontrará de inmediato decenas de entrevistas que le han realizado medios de todo el mundo, entre ellos la CNN, para conocer su opinión sobre los conflictos en Medio Oriente, temática en la que es especialista.
Esta semana, Calderón visitó Villaguay, invitado por Martiniano Leguizamón, quien estuvo en nuestra ciudad charlando con los alumnos de la institución educativa que lleva el nombre de su tío abuelo. La ocasión fue propicia para una entrevista, en la que, obviamente, el conflicto en Siria fue el eje central.
-Uno escucha hablar de un gobierno dictatorial, de una matanza con armas químicas perpetrada por las propias autoridades. ¿Siria es eso?
-Siria es un país situado en el corazón del Levante, gobernado desde hace varias décadas por el clan Assad, que tuvo dos figuras protagónicas. Primero el antiguo presidente, Hafez Al Assad, que era un general de aviación y que era el padre del actual presidente Bashar Al Assad. Hablamos del miembro de una secta minoritaria, los alauitas, que constituyen como máximo el 12% de la población.
-¿El conflicto actual, en qué circunstancias se inscribe?
-Tenemos que verlo en el marco del final de un ciclo histórico a nivel mundial y de un cambio generacional, que han producido un enorme impacto a nivel global. Lo que ha sucedido en Libia, Tunez, Egipto y también en Siria, es el resultado de la lucha por conquistar esferas de influencia -o mantenerlas o ampliarlas, según los actores-, por parte de las principales potencias mundiales y de sus respectivos aliados a nivel regional.
-¿Pero no hay también una lucha de la propia sociedad de esos países por conquistar nuevos derechos?
-Tanto en Siria como en otros países de la región y de África del norte, hay deseos de cambios. Aunque no necesariamente sepan qué cambios quieren o qué cambios pueden ser posibles. El problema está en que muchas veces desde Occidente se pretende, hasta de manera violenta, impulsar cambios que están en contra de la cultura de la raíz popular de cada pueb lo árabe en particular. No se puede pretender implantar instituciones e institutos que son propios de la democracia occidental en países como Libia o Egipto, donde la democracia al estilo occidental no existió nunca. Hay un poco de error de cálculo o de voluntarismo de parte de Occidente, al pretender que estas cosas puedan cambiarse de la noche a la mañana, cuando lo que haría falta es un cambio cultural general.
-A veces tiende a justificarse todo desde una perspectiva cultural…
-Sí, pero hay cosas que se explican necesariamente en esa perspectiva. Por ejemplo, Muamar Gadafi, en Libia, fue el primero que llevó a los varones y a las mujeres juntos, primero a los colegios y luego a la universidad. Y el principal obstáculo que enfrentó fueron las tradiciones familiares. O sea que muchas veces los líderes políticos de estas regiones chocan con estructuras sociales, tribales, tradiciones, cuando pretenden hacer cambios.
-¿Y a qué obedece el conflicto actual que vive el país?
-El conflicto en Siria, que puede detonar una guerra de más alta intensidad de la que vive actualmente este país, es una guerra de “proxis”, una guerra de representantes. Esto significa que en el campo de batalla hay organizaciones, movimientos y fuerzas, que representan a potencias regionales: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, entre otros, que por diferentes razones quieren derribar a este régimen. Pero la razón de fondo para que Estados Unidos y Arabia Saudita financien el entrenamiento y las armas de grupos vinculados a la red Al Qaeda que están operando en Siria, es que consideran que Siria es parte de un tridente geopolítico, junto a Irán y el Hezbollah libanés. Y creen que derribando al régimen sirio debilitan la influencia de Irán en la región del Levante. Sería todo un bloque sectario de la rama chiita del Islam, y una de sus ramas en particular, que avanza desde la frontera de Irán con Afganistán y Pakistán, hasta la frontera con el Levante, o sea hasta el Mediterráneo. Lo que intentan hacer es quebrar ese arco de influencia chiita.
-¿Quiénes protagonizan el conflicto, puntualmente?
-Hay dos bandos: uno encabezado por China y Rusia, que respaldan al régimen, y más involucrados en el terreno a Irán y al Hezbolla, que también respaldan al régimen sirio. Y por otro lado tenemos a Estados Unidos, y a Inglaterra y Francia (que fueron potencias coloniales en esta región). Estas potencias, con sus aliados como Turquía y Jordania, están exacerbando la situación y ahora Barack Obama, que dijo que el uso de armas químicas configuraba una línea roja que él no iba a permitir que se cruce, se ve entre la espada y la pared.
En lo personal, a mi juicio, va contra toda la lógica que a sabiendas que un ataque con armas químicas, innecesario, por parte de su propio gobierno, por parte de Bashar Al Assad, iba a provocar una intervención, que haya un ataque ded este tipo, nada menos que en Damasco, a sólo 15 kilómetros de donde se encontraban los inspectores de las Naciones Unidas, recién llegados para investigar diversas acusaciones contra el régimen y contra los rebeldes.
Si tuviera que dar un razonamiento diría que si existió el uso de armas químicas no fue por parte del régimen. No apunto a los rebeldes, pero sí a algún comando o a alguna fuerza especial de alguna fuerza exterior, que pueda haber provocado esto para detonar una intervención militar, que según mi punto de vista es un despropósito, si se lo intyenta justificar en una intervención humanitaria. Ya hemos visto todos los ataques anteriores de Estados Unidos, que han terminado en tragedias humanas. La única explicación que hay es la que dio el analista Robert Kaplan: esto no se trata de intervenciones humanitarias, sino de una lucha por esferas de influencia.
-¿Cabe esperar, si se produce una intervención militar, alguna reacción de, por ejemplo, Irán?
-Creo que Irán puede y debería reaccionar, porque en definitiva es el blanco final. La caída del régimen de Assad va a a llevar a una probable confrontación con el Hezbollah en el Libano; y una vez debilitado Irán de cualquier tipo de posibilidad de represalia, va a ser un blanco potencial futuro, salvo que entregue el programa nuclear que está bajo sospecha de ser usado militarmente,
La pregunta es interesante: creo que Irán va a responder de manera limitada. Los expertos más objetivos –entre los que trato de incluirme- estiman que Irán va a reaccionar limitadamente porque de otro modo detonaría un ataque inmediato. Ya hay dos portaaviones norteamericanos que están más cerca de Irán que de Siria. Pienso que Siria, a través del Hezbollah, intentará perpetrar secuestros de ciudadanos occidentales en el Libano, para tenerlos como piezas de negociación. Creo que la cuestión de los secuestros sería una reacción limitada de Irán. Lo otro, lanzar un atentado terrorista como los que perpetraron en Argentina en 1992 y 1994, ya sería un “casus belli” que habilitaría tanto a Estados Unidos como a Gran Bretaña a lanzar un ataque masivo contra ese país.
-¿Hay alguna chance de que finalmente no haya guerra?
-El problema que se ha encontrado Estados Unidos, con la promesa que hizo Barack Obama de intervenir si se usaban armas químicas, que lo deja ahora arrinconado como un gato y no se sabe para dónde va a saltar, es lo que sucedió en Gran Bretaña. Vimos a al primer ministro David Cameron, quien vive lanzando proclamas belicistas contra la Argentina y el Atlántico Sur, llevaba a su país a una intervención militar en Siria, sin saber qué pensaban los miembros de su propio partido. Él que había ganado una moción ante la oposición, se encontró luego con una derrota en el Parlamento. Y de ese modo Estados Unidos pierde por el momento su aliado estratégico fundamental. Esto casi no tiene antecedentes en la historia.
De manera que Estados Unidos está prácticamente solo. Y eso parece demostrar la debilidad de sus argumentos: hablaban de la seguridad nacional de los Estados Unidos, cuando Siria no puede amenazarlos de manera alguna. Eso es un embuste que podrán transmitirlo algunos medios y creerlo algunas personas que no conocen cómo funcionan estas maquinaciones.
Obama tiene dos salidas: que el Congreso no quiera ir a la guerra y de esa manera escabullirse de su propio compromiso; o de lo contrario desoír al Congreso y atacar. Lo peor, para Estados Unidos, es que Obama no cumpla con su palabra de intervenir, aunque sea bajo el pretexto de un ataque que no existió, estará enviando un mensaje erróneo a aquellos regímenes como Corea del Norte e Irán, a los cuales se pretende disuadir.
Habría que tener la bola de cristal para saber este gato que se llama Barack Obama. Quien, por si fuera poco, es un Nobel de la Paz que se ha convertido en Lord de la Guerra.
-¿En el fondo qué es lo que está en juego? Siempre se habla del petróleo…
-A nivel de la gran región, es una lucha por conquistar esferas de influencia de Medio Oriente, donde obviamente hay riquezas naturales como el gas y el petróleo, que son fundamentales. Pero no son el fin en sí mismo, son herramientas de poder. El petróleo, el gas, se constituyen en herramientas para controlar el crecimiento de otras potencias. En ese sentido, temo que en Argentina alguna vez se pueda replicar lo de Medio Oriente.
Es una guerra por esferas de influencias, por el rediseño político de Medio Oriente.
-Usted no duda que fue Irán quien perpetró los atentados en Argentina?
-No tengo duda alguna. Incluso fui uno de los que anticipó que iba a haber un segundo ataque si no se desmantelaba la red de apoyo logístico que existió para lanzar el ataque contra la embajada de Israel.
Lo que sí quiero decir es que todo el cúmulo de pruebas que hay están basadas sobre todo en datos de inteligencia; y los datos de inteligencia exterior muchas veces no tienen sustancia jurídica para ser sostenidos en un tribunal internacional. Entonces, aunque yo no estuviera de acuerdo con la investigación que se hizo sobre la AMIA, desconfio de que pueda probarse ante un tribunal internacional independiente.
-¿Qué opinión le merece el memorando que ha suscripto el país con Irán?
-Negociar con irán el juicio de estos sujetos, en el país que les dio origen, y en el marco del régimen que permitió que se perpetraran estos atentados, constituye un despropósito notorio. Negociar con Irán estas cosas es como acostarse a dormir con una serpiente y pensar que uno no va a terminar mordido en el transcurso de la noche. Lo veo peligroso. El actual presidente iraní (Hasan Rohani) es un hombre que financió su campaña gracias al ayatollah Alí Akbar Hashemi Rafsanyani, que era presidente cuando ocurrieron los atentados; y fue acusado directamente por el gobierno argentino, aunque no esté en la lista de alertas de INTERPOL. En lo personal, acudiendo al sano razonamiento y a la experiencia que tengo respecto a estos países, no tengo ninguna duda de que fue Irán el que estuvo detrás de ambos atentados, en combinación con el Hezzbolah libanés.
LO que pasa es que el Sr. Horacio Calderón tiene muchos amigos judíos.
Y esa amistad le ha impulsado a apoyar lo que lobby judío apoya.
Por eso lo comprendo.
No sé de dónde saca usted de que tengo "muchos amigos judíos" (dos o tres sí), y veo que no conoce mi historia personal, porque sabría que yo nunca estuve alquilado ni en venta a lobbies árabes, judíos, musulmanes ni hindúes. En cuanto a mis análisis, trato de aferrarme al libre juicio y al sano razonamiento, ayudado por mi experiencia de campo en países árabes, como amigos de los árabes, y aliado por décadas a muchos de ellos. Estoy en contra de las intervenciones occidentales, y mucho más de las militares como las que tuvieron lugar en Irak, Libia, y ahora en Siria. Atte. Horacio
sr Calderon muy bueno su análisis de un conflicto q tiene muchos intereses creados por parte de varias naciones, sumados a esto ingredientes como el pasado, la cultura, la religion e iosincrasia de los pueblos arabes en cuestion, a veces es difícil de comprender para el común de la gente, sobre todo de occidente que mas de uno desconocemos la propia historia de esos puebloc, y como bien dice ud es dicficil para los puebloa rabes cambiar de forma rotunda su forma de gobierno intodo si se desconoce o nucna se I.
sr Calderon muy bueno su análisis de un conflicto q tiene muchos intereses creados por parte de varias naciones, sumados a esto ingredientes como el pasado, la cultura, la religión e idiosincrasia de los pueblos árabes en cuestión, a veces es difícil de comprender y opinar para el común de la gente, sobre todo de occidente, x que mas de uno desconocemos la propia historia de esos pueblos, y como bien dice ud, si es difícil para los pueblos árabes tratar de aceptar los cambios en forma rotunda su forma de gobierno y estilo de vida, mucho mas para occidente tratar de implementar cambios en los actuales regímenes existentes.
Cuando uno no está atado nadie, siempre hay alguien que quiere poner bozal….
estimado horacio yo le kiero preguntar ke papel puede jugar la federacion rusa en esto sta claro ke las acciones occidentales van dirigidos a este pais en tdo cntexto, al menos eso pienso yo, y ke opina sobre la unasur y la influencia ke tiene si es ke tne alguna? gracias amigo y spero su respuesta.
Estimado Ramón. La Federación Rusa con Vladimiro Putin a la cabeza están involucrados en el conflicto sirio, porque el derrumbe del régimen liderado por Bashar Assad tendría serias consecuencias geopolíticas para Moscú. En cuanto a la UNASUR, dudo que pueda influir en el curso de los acontecimientos, más allá de declaraciones en contra de una intervención militar. La Argentina debió ser más creativa mientras presidía el Consejo de Seguridad, al margen de que como país se opuso a un ataque militar contra Siria por parte de los EE.UU. y sus aliados. Cordialmente. Horacio