El cura párroco de San Benito Abad, Leonardo Tovar, estará hoy, entre las 13 y las 15, frente a Tribunales, para rezar por las víctimas del sacerdote Justo José Ilarraz y también para pedir que la jueza a cargo de la causa, Susana María Paola Firpo, imprima celeridad a la investigación y resuelva de una vez el caso. Tovar ha hecho un cálculo y cree que acudirán “más de 50 personas”, aunque aclaró que si le tocar estar solo, “voy a estar igual”.
Primero, hará la celebración de la lectura del Evangelio, una reflexión, el rezo del Rosario y las 15, “la hora de la misericordia”, cuando se hará la petición.“La hora de la misericordia alude a la hora en la que fallece Cristo, y con su muerte nos redime. Vamos a pedir por dos cosas, fundamentalmente: por las víctimas, para que cese su sufrimiento, el dolor, y para que haya una sanación; y también para hacer un pedido de justicia, que no se lo tome como presión, sino pedir a Dios que la Justicia acelere los tiempos, en beneficio de las víctimas”, dijo.
Tovar dijo que asistirá “con una cruz sin Cristo, simbolizando al hermano que espera justicia. Y quizá esta no sea la única vez, quizá haya una segunda vez que vayamos a Tribunales”, anticipó en declaraciones a El Diario.
A su criterio, si la jueza decide cerrar la causa, y dictar el sobreseimiento de Ilarraz “no solamente que no le vamos a hacer bien a las víctimas, sino que no se va terminar de conocer la verdad, la verdad de que Ilaraz es un pedófilo. Y tampoco va a quedar claro estos dimes y diretes de la Iglesia con el encubrimiento, y los que tuvieron que decir la verdad en su momento y no lo dijeron”.
El párroco de San Benito asevera que con el exprefecto de disciplina del Seminario Arquidiocesano en juicio oral, “quedarán en claro y al descubierto el delito que cometió Ilarraz, los cómplices que lo encubrieron, y los cobardes que no quisieron hablar cuando debieron hablar. Hay que decir que la Iglesia no se salva ocultando la verdad”.
En la misa del domingo último, Tovar se sinceró con sus fieles. “Les dije que iba a seguir hasta las últimas consecuencias. Si para mi comunidad era una piedra en el camino, que me lo digan, y yo doy un paso al costado. Yo les dije que si como pastor podía perjudicarlos en mi actitud, daba n paso al costado. También esto mismo se lo digo al obispo. Si necesitan pedir mi renuncia, que la pidan”, subrayó.
Y, por si quedaran dudas, aseveró: “Yo con esto no voy a parar. Voy a seguir, incluso hasta con el precio de la propia vida”.