Villa Adela, 9 de la mañana del lunes, una mujer corría por la calle. No la podían parar, gritaba como loca: “Sacamos el Quini 6″. Esas fueron sus primeras manifestaciones después de controlar la boleta que había jugado durante la semana y de escuchar por la radio que un apostador de Concordia había sido el ganador de nada más y nada menos que 12.000.000 de pesos.
La mujer se calmó, había pasado el furor de los primeros segundos al comprobar que había acertado en los seis números. Lo volvió a corroborar una y otra vez; ya segura, decidió llamar a su esposo que en ese momento estaba cargando combustible para trasladarse a la localidad de Ubajay donde trabajaba en una obra en construcción.
Cuando atendió su celular nunca pensó que escucharía la noticia que le cambiaría su vida para siempre. Su esposa le decía: “Volvé, ya no tenés que irte a trabajar nunca más”. El flamante millonario seguía sin entender hasta que se reunió con su esposa y esa misma mañana concurrieron a la agencia que había vendido el premio más grande del IAFAS que haya caído en Concordia en los últimos años.
Hasta aquí el relato que se aproxima con veracidad a lo vivido por la familia de José, el nuevo rico de Villa Adela. Dicen que tiene 40 años y es padre de varios hijos, dejó de ser obrero de la construcción para convertirse en todo un bacán.
También creció el número de leyendas y comentarios de los vecinos que giran en torno a la familia del albañil, comentan que desde el lunes desaparecieron y nadie sabe nada de ellos y que habrían decido hacer un viaje hasta que todo se calme y estar más tranquilos y pensar que harán con los casi 9 millones que tienen en su poder, luego de la deducción impositiva.
El rumor corrió como reguero de pólvora y aparecieron viejos amigos y parientes que nunca se acordaban de él, compañeros de la primaria hasta una maestra del jardín de infantes, vendedores de autos y camionetas y dicen que les habrían ofrecido hasta una parcela para el cementerio. (El Sol)
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