El villaguayense Pedro Arturo Verbauwede, titular de la AFIP de Concordia, está sospechado de estar “involucrado por acción u omisión” en la causa por multimillonaria evasión impositiva en que habría incurrido la Tabacalera del Litoral, de Concordia, cuyo presidente está actualmente detenido.
La causa se inició a partir de una investigación que a lo largo de más de un año desarrolló el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, cuyo titular Pablo Seró, ordenó a principios de diciembre el allanamiento de la tabacalera, ubicada en la zona de “El Martillo”, cerca de Concordia.
En ese momento fue apresado Raúl Molina, propietario de la planta donde se producían los cigarrillos “51” y “Box 8”, aparentemente en abierta infracción a la normativa de impuestos que rige sobre el sector. Según se sospecha, Tabacalera del Litoral omitía el pago de los tributos internos, y colocaba a sus paquetes estampillas que salían de una imprenta privada de Buenos Aires, aparentemente vinculada a Molina.
Cuando allanaron la casa quinta del dueño, ubicada en las afueras de Concordia, hallaron 40 toneladas de tabaco. Y en los restantes procedimientos se incautaron –en dos galpones- estampillas, boquillas de cigarrillos, cigarrillos, papel para boquillas, 80 cajas grandes con 50 cartones de cigarrillos cada una.
La sospecha
Lo llamativo del caso es que el juez Pablo Seró decidió que sea el personal del Escuadrón 6 de Gendarmería de Concepción del Uruguay –y no el 4 de Concordia- el que se haga cargo de esos procedimientos.
Esa decisión pone en blanco sobre negro las sospechas del magistrado respecto a que Molina tenía vínculos con quienes debían investigarlo, tanto en la Gendarmería como en la AFIP.
Es allí donde aparece la figura del villaguayense Pedro Verbauwede, de quien se sospecha –para decirlo en términos simples- que pudo haber hecho la vista gorda ante las maniobras de la Tabacalera.
Según informó Diario Junio, citando el testimonio de un empleado de la AFIP Concordia, habría una importante cantidad de actas labradas en distintas fechas por inspectores del organismo que visitaron la tabacalera. En casi todas aparecen mencionadas diversas infracciones. Pero la cabeza del organismo aparentemente las pasó por alto.
“En cada una de esas actas se da cuenta que había irregularidades de todo tipo y además, los inspectores eran forreados por Molina. O sea destrataba sin miramiento al personal y no pasaba nada”, relató un empleado de la Administradora Federal de Ingresos Públicos.
En la AFIP de Concordia afirman que Verbauwede abandonó su cargo (primero pidió una licencia de una semana, luego otra de 15 días y finalmente ya no fue a trabajar) y fue reemplazado por la jefa de recaudación en Concordia, Griselda Odiard de Beytrison.