Debate caliente en el urribarrismo local: un concejal trompeó a un dirigente

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cortea ortiz

La reunión quincenal que realiza el justicialismo en su casa de calle Hermelo terminó de forma abrupta anoche cuando un concejal trompeó a un dirigente del Ateneo “Arturo Jauretche”, tras una discusión que fue ganando temperatura y que llegó a punto de ebullición cuando alguien pronunció la palabra “garca”.

Los protagonistas de la pelea fueron el edil Eduardo Martín Cortea, uno de los tres concejales que permanecieron en el Frente para la Victoria luego del “pase” de Adrián Fuertes al massismo; y Alejandro “Mosqui” Ortiz, cuyo nombre ha aparecido pegado al número 2015 en algunos pasacalles, junto al de Hugo Retamar.

Al parecer, el origen de la disputa fue una nota aparecida en el diario El Pueblo esta semana, en la que el dirigente Hugo Retamar cuestionaba la pertenencia de Cortea y de su par Rodolfo Lobbosco al “proyecto” del gobernador Sergio Urribarri y le endilgaba al primer el haberse sentido “cómodo” incluso en gobiernos de facto.

Aparentemente, Retamar y Ortiz esgrimieron una especie de disculpa durante la reunión. Pero alguien les reprochó que sería mejor que, en lugar de pedir disculpas, se abstengan de agredir.

Como sea, la discusión fue tomando temperatura hasta que Cortea terminó agrediendo con golpes de puño a Ortiz, quien habría radicado una denuncia policial en contra del edil.

“Es una bolsa de gatos. Voy porque soy peronista. Pero estos no son peronistas. Nadie habla del proyecto del Pato. Hablan de cómo se van a repartir candidaturas acá. Las reuniones son todas de peleas por el poder. Se quieren posicionar por cargos y no tienen otra preocupación”, explicó el vicepresidente del Movimiento Octubres en Entre Ríos, Sergio Gutiérrez, que presenció los episodios de violencia.

“Fui con mi hijo, y la verdad no dan ganas de volver. Resulta que Fuertes entregó las llaves sin problemas y desde entonces nos hemos pasado meses discutiendo quién manda. Y no manda nadie, no hay conducción”, subrayó.

Gutiérrez consideró que “lo único que falta es que ahora empiecen a los tiros como en la década del 70”. Y sostuvo que, de hecho, “han aparecido viejos personajes a querer imponer códigos Montoneros y a decirte con quién podés hablar y con quién no”.

“Anoche había como 50 personas en el Partido. Ahora van a quedar 20 porque mucha gente rechaza este tipo de cosas”, concluyó.

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