Inseguridad en el 186 Viviendas: anoche se reunieron con la policía y esta madrugada llegó la represalia

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destrozos

Los problemas de inseguridad en el barrio San Cayetano motivaron anoche una reunión con la policía, en la que los vecinos manifestaron sus problemáticas y se comprometieron a “cambiar la realidad”, trabajando mancomunadamente con la fuerza de seguridad. Todo fue en un ámbito de cordialidad y el resultado de la entrevista dejó flotando una sensación de satisfacción. Pero duró poco: esta madrugada, un joven atentó contra una despensa, aparentemente a modo de “represalia”.

La sucesión de episodios se inició durante el fin de semana, cuando personas desconocidas intentaron incendiar una despensa de la familia Meza, que ya venía soportando daños constantes y extorsiones de parte de “cuatro o cinco trasnochados” que aparentemente gastan su tiempo entre el alcohol y las drogas.

Tras el ataque, Marcela Meza, hija de la propietaria de la despensa, publicó una solicitada en EL PUEBLO y convocó a una reunión entre los vecinos y la policía, para discutir los problemas de seguridad del barrio, que se realizó anoche.

El encuentro se desarrolló con normalidad y los policías se fueron del lugar con un petitorio entre sus manos, en el que se reclamaba la instalación de una garita en el barrio y el refuerzo de las “rondas” que realizan los móviles, con el objetivo de ponerle fin a los “reiterados casos de vandalismo, violencia, raterismo y otras manifestaciones delictivas”.

También pidieron los vecinos que se profundice la investigación tendiente a desbaratar los “kioscos de todo tipo de drogas que funcionan en el barrio, el control de los delivery de las mismas, y la ‘visita’ de vehículos conocidos por todos como distribuidores, vendedores, compradores, etc”.

En uno de los tramos más duros del petitorio, hicieron “cómplice” a la propia policía de la “naturalización del consumo de drogas”.

“Todos sabemos que en la mayoría de los casos, lo hechos en sí son realizados por personas que se encuentran bajo el efecto de sustancias alucinógenas que les distorsionan la realidad, como así también, la proliferación del consumo, que se ha naturalizado al punto de que es casi normal ver a los adictos en las veredas como si estuvieran tomando mates. Y eso lo observa no sólo la gente, sino también los niños, y obviamente la policía, y creemos que tal práctica, la de consumir drogas en la vía publica está penado por la ley. Hacemos a la fuerza, cómplice de tal contravención”, escribieron.

Finalmente, instaron a “proteger, lo que nos queda, y lo que es más importante a las generaciones que vienen; que los más chicos no vean esta terrible práctica como algo normal, promovido y/o protegido vaya a saber por quién o quiénes”.

Represalia

Las esperanzas de que las cosas cambien a partir de la reunión se vieron frustradas en unas pocas horas. Esta mañana alrededor de las 6 uno de los “trasnochados” del barrio decidió vengarse de la iniciativa de convocar a la policía y la emprendió a garrotazos contra la despensa de Meza, provocando daños en vidrios y carteles.

El sujeto, que estaría individualizado, fue visto por una vecina, quien tuvo la mala fortuna de convertirse, también, en víctima del violento personaje.

Como se dio cuenta que había sido descubierto –justo cuando la ocasional testigo observaba los hechos- el malviviente perdió la capucha con la que se cubría el rostro-, decidió atacar a la señora, quien alcanzó a refugiarse en su casa, salvándose de ese modo de recibir los garrotazos.

La agitación, el ruido de los vidrios rotos motivó que un hijo de la señora de Meza despierte y salga a ver qué ocurría y salió a correr al vándalo munido de otro palo, con el que alcanzó a golpearlo en la cabeza.

Esta mañana hubo denuncias, notificaciones y muchos trámites para los Meza, quienes ahora –más que antes- tienen pocas esperanzas de que las  cosas cambien en el barrio San Cayetano.

 

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