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Villaguay | Entre Ríos | Argentina | Domingo 13 de julio de 2008

Identidad y respuestas

Por LA MOSQUITA

Marcela:

Antes que nada, gracias por tu comentario. Quisiera dejarte en claro que no tengo absolutamente nada en contra del senador Jorge Ghiradi, con el cual vos trabajás.

La nota o gacetilla en la cual el legislador le agradece al Gobernador la decisión de refaccionar el Hospital Santa Rosa sólo fue un disparador para opinar acerca de esta manía de agradecer a la clase dirigente cada vez que ésta, de algún modo u otro, determina otorgar o fortalecer alguno de los derechos que tenemos como ciudadanos.

Y dejé en claro que esta naturalización de agradecer las obras que los miembros del Estado nos otorgan, atraviesa a toda la sociedad. No es sólo Ghirardi, él no fue el primero ni será el último. No es responsable por hacer lo que hizo, ni mucho menos. O sea, la cuestión, o el eje de la nota, no es Ghirardi, ni son las obras en cuestión, ni es Urribarri. La idea fue tratar de poner la lupa sobre este maldito hábito que lamentablemente está más que arraigado en la sociedad.

Por otra parte, te quiero aclarar que mis notas no constituyen una operación de prensa, ni nada por el estilo. No te persigas, no tengo la capacidad ni la intención de destituir al Senador a través de mis palabras.

En la primera nota que publiqué en este sitio: “Noquear al Alzheimer”, intenté dar cuenta de los motivos que me llevan a escribir en esta columna y, como para resumir, te comento que la idea es darle una vuelta de tuerca a las cosas, tratar de recuperar la capacidad de asombro y desnaturalizar muchas cosas que se presentan como “normales”. Nada más que eso, no tengo segundas intenciones.

Con respecto a tu crítica hacia mi anonimato, qué decirte, es una elección, es el modo que escogí para poder decir lo que pienso. Sin pelos en la lengua.

A ver… te cuento por qué decidí cobijarme bajo un seudónimo. Vos sabés, Villaguay es una ciudad chica (pueblo chico, infierno grande) y los comentarios/rumores/prejuicios circulan a una velocidad mucho más rápida que en ciudades más grandes. Viví varios años allá y ahora resido en otro rincón del mundo, pero mi familia sigue viviendo en Villaguay, y no quiero joderle la vida a nadie, pero menos que menos a mi familia.

Y viste cómo es… “Su hija critica a tal, pero él hace todo lo contrario”; “su hermano labura para la Muni y él le tira mierda al Intendente”; “la nieta de doña “X” dice que los inspectores de tránsito tal cosa, y a su abuela le perdonaron una multa”; “el padre de tal chamuya en contra de, pero su hija labura en la Muni”, “Cuestiona a tal para tratar de posicionar a su madre como candidata a intendente por el PS”, “Su padre votó a CFK y él labura en el campo”, y bla bla bla”. Es lamentable, pero es así. Más adelante, tal vez, el contexto genere la posibilidad de sacarme esta máscara, pero por el momento no.

“Para opinar con tanto desparpajo deberías dar la cara o firmar las notas”, me escribiste. Y te respondo, no creo necesario dar la cara para decir que me parece una estupidez agradecerle al Estado por hacer lo que le corresponde. ¿Eso es escribir con desparpajo? ¿Te parece?

Y repito, no fue una nota contra Ghirardi. Sé que lleva poco más de seis meses de gestión y que no está haciendo las cosas del todo mal, pero no tengo una opinión formada sobre él. Cuando cumpla los cuatro años de mandato, si considero que tengo las herramientas para hacerlo y si este espacio digital todavía existe y me lo permite, tal vez me anime a escribir una nota sobre el balance de su desempeño en la Cámara Alta, pero por ahora no.

Por otra parte, agradezco que pienses que mis “aportes” y “puntos de vista” sean bastante valiosos”, pero lamento que creas que “caen en saco roto”. ¿Sabés qué? El hecho de que alguna de las personas que lee lo que escribo se replantee algunas cosas, o ponga en duda su opinión sobre tal cosa, o se permita hacerse ciertas preguntas que antes brillaban por su ausencia, me alcanza y lo considero un triunfo.

En relación a tu duda acerca de mi profesión, te digo, sí, soy periodista (o intento serlo). No me desempeño como tal en Villaguay. Lo hago en otra ciudad, en la que pongo nombre y apellido, en la que busco archivos y, cuando encuentro algo que inquieta al poder, lo escribo sin culpa. Y lo que pienso de la profesión, lo podés leer en “El violento oficio de escribir”, un artículo que escribí en homenaje al gran Rodolfo y a tantos otros que han tenido y tienen muchos más huevos y capacidad que yo.

En la columna “La Mosquita” escribo como ciudadano/a. No opero ni bajo línea, sólo intento generar y plantear una mirada distinta de las cosas. Nada más, y nada menos.

Un abrazo, La Mosquita

A Sopa de tomates:

No hay nada de malo en agradecer, en dar las gracias. Es más, es una de las palabras cuyo significado más me gusta. Pero creo que hay que preguntarse en qué casos es necesario agradecer, y en cuáles no. Vos decís que Ghirardi le agradece a Urribarri por “prestarle atención a sus demandas” y que es “una forma de decir que lo hecho está bien hecho”.

No sé, no comparto tu opinión. Yo creo que las cosas se han distorsionado tanto, que ahora resulta que hay que agradecerle a alguien por hacer bien las cosas. El hecho de hacer bien las cosas, debería ser algo normal. A ver, cómo explicarte, en mi laburo no me agradecen todo el tiempo por cumplir con el trabajo que me comprometí a realizar a cambio de un salario.

En cuanto al ejemplo que ponés en el que decís que cuando vas a la Municipalidad y alguien te atiende y registra tu trámite, vos decís “gracias”, es otra cosaaaa. Eso tiene que ver más con la amabilidad hacia el otro, hacia un par, hacia un pobre como vos y yo. Yo también digo “gracias” cuando me entregan el atado de puchos que compré, o cuando me bajo de un taxi, o cuando el pibe de “rentas” me explica cómo carajo hacer un trámite. Pero es distinto, negro. A ver, no le tenés por qué carajo estar agradeciendo a Fuertes que haya repavimentado tal calle. Es su obligación como intendente. Él se comprometió a realizar tales obras y sólo las está llevando a cabo. Sólo hace lo que le corresponde.

Sopa de tomates, a mi también me desvela la duda sobre si los fondos para la refacción del hospital se van a manejar correctamente. Pero por el momento no tengo forma de saberlo. El día que la obra esté en marcha y que consiga algún documento que demuestre el desvío de fondos, o algo por el estilo, voy a hacer la primera en escribir una nota sobre eso.

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