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Saúl Ledesma, un hombre no vidente de 36 años, aseguró haber sido golpeado por un grupo de policías que llegaron incluso a colgarlo de las rejas con las esposas y tenerlo detenido en esa forma por cerca de 10 horas. Dijo que agentes de la Comisaría Cuarta de Concordia, se lo llevaron luego de haber mantenido una discusión con su hermano. La investigación ya es encarada por el fiscal Mario Guerrero, quien recibió este lunes la denuncia y pidió que el médico forense revise las lesiones del hombre.Siempre de acuerdo a los datos aportados por Ledesma a Diario Río Uruguay, el supuesto apremio ilegal habría comenzado con una discusión que este hombre tuvo en el frente de la vivienda de la casa de su hermano el sábado por la noche. Allí, sobre calle Perú al 1.600, sobre el ingreso a la casa afirmó haber tenido un cruce verbal en un tono elevado, que derivó luego en la llegada de efectivos policiales.
“Estábamos al lado del portón, del lado de adentro y alguien llamó a la comisaría que está a 4 cuadras y llegó de repente una camioneta y un auto. Nos pregunta qué pasaba y lo que yo les respondo es que estaba cansado de que ellos me roben la ropa y las cosas de mis chicos. Y que me robaron un teléfono, entonces le dije que me lo devuelva”, relató el hombre, quien menciona que luego de esta breve explicación uno de los efectivos policiales “me agarra de los pelos, me tiró al suelo y me pone las esposas”. Luego fue subido a un patrullero y trasladado hacia la comisaría.
Las explicaciones de Ledesma continúan mencionando que fue víctima de sucesivos golpes en varias partes de su cuerpo. “Con algo me pegaron en la cabeza porque tengo lastimado en la nuca donde tengo una herida. Después en los ojos, la espalda, en la rodilla y hasta los dedos de los pies”, graficó. Y amplió diciendo: “me colgaron de las manos y me esposaron a la altura de mi cara, así que no podía ni siquiera sentarme”.
La gravedad de los hechos que narra Ledesma añade que estuvo detenido de pie cerca de 10 horas en la comisaría cuarta y que fue liberado recién el domingo cuando su mujer acudió a la sede policial a preguntar por su paradero.
Consultado sobre la cantidad de personas que habrían intervenido en estos apremios, el hombre asegura haber escuchado que a bordo de la camioneta y del patrullero “eran más de 4 seguro” y afirma además que su hermano no sufrió el mismo trato. “A él no le hicieron nada, no sé para dónde se fue”, aclara.
“No sé cual fue el motivo de esta reacción. No sé que pudo haber pasado para que ellos reaccionaran así”, expresó y completó que al momento de su traslado su esposa e hija le pedían a los uniformados que lo liberaran. “Realmente fue una situación horrible. Mi hija les gritaba que yo era ciego y que me dejaran”, recordó.
Una vez en libertad, Ledesma se fue a su hogar y recién este lunes radicó la denuncia en los Tribunales. “Cuando me soltaron llegué tan dolorido que me dormí hasta la noche y recién hoy lunes fui a la fiscalía para denunciar. Ahí me vio el médico forense de fiscalía, me constató las lesiones y estoy siendo asesorado con la abogada Luján Espinosa”, mencionó Ledesma, quien no descarta plantear en paralelo una denuncia a través de la Delegación regional de Derechos Humanos.